La continuidad de EE crea tensiones en la negociación del nuevo Gobierno vasco
La continuidad de Euskadiko Ezkerra (EE) en el Gobierno vasco comienza a causar tensiones en la negociación entre socialistas y peneuvistas. Los primeros quieren dejar claro que la presencia de Jon Larrinaga en el Gabinete no responde a una necesidad política, sino a un "regalo personal" del lehendakari, José Antonio Ardanza.
La aproximación a un programa común, que negocian cara a cara Jon Azúa y Ramón Jáuregui, va por buen camino, según fuentes próximas a ambos. El peso principal del diálogo está siendo soportado por el secretario general del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) y por el vicepresidente del Ejecutivo en funciones. "Las cosas están bastantes claras y lo que falta es concretarlas", admiten fuentes socialistas.La presencia en las conversaciones de Azúa, en lugar de alguien más directamente representativo del aparato peneuvista, significa que Ardanza sigue "muy de cerca" el proceso, según fuentes de Ajuria Enea. De momento, ambas partes han presentado sendos borradores de programa y se trabaja en buscar aproximaciones.
Azúa y Jáuregui recurren a especialistas de sus respectivos partidos o delegan en ellos algún apartado concreto. Esta delegación unipersonal de ambos partidos, según confían los respectivos estados mayores, va a servir para agilizar los pasos previos y permitirá anunciar el quinto Gobierno de Ardanza esta semana.
El único motivo serio de tensión hasta el momento es el papel reservado a EE. El PSE ha dado a entender su rechazo a la permanencia de Jon Larrinaga en una cartera de cierto peso como Urbanismo, Medio Ambiente y Vivienda. Para los socialistas, deseosos de recuperar este área, el objetivo de mantener la presencia de EE queda igualmente satisfecho en un departamento sin contenido ejecutivo.
"La cartera de EE es un regalo personal del lehendakari", argumentan los portavoces del PSE, "y eso tiene que quedar claro. Nosotros no nos oponemos, pero tampoco tiene por qué ser la misma que ocupan ahora". EE reaccionó ayer airadamente a esta pretensión y la calificó de simple intoxicación".
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