Derechos animales
He de confesar que paso unos momentos francamente divertidos leyendo los artículos de Fernando Savater. Nadie como él, expresando el exceso. Claro que a éste siempre le acompaña el defecto. Un ejemplo de lo que quiero decir es su último escrito, titulado Zoología moral.Aun conviniendo con algunas de sus afirmaciones respecto a los presuntos derechos de los animales, por mi parte me pregunto: ¿Cuál es, o debería ser, nuestra opinión acerca de las fiestas populares en las que se utilizan animales como objeto de diversión? Festejos de este tipo se celebran a lo largo y lo ancho de la geografía española. Y no me refiero sólo a las corridas de toros.
Esa cuestión parece insertarse con propiedad en el espacio de bifurcación entre la ética y la estética. Y el señor Savater aboga por la estética del poder. Ésta de siempre hortera. Con ello manifiesta, aun sin quererlo, el archiprejuicio denunciado antaño por un judío marrano: creemos que Dios ha hecho todas las cosas con vistas al hombre y ha creado a éste para que le rinda culto.
Por lo demás, animo al señor Savater a que siga deleitándonos con sus incursiones a la capilla consagrada a la diosa Razón .-