La policía aumentó con 122 agentes su vigilancia sobre los colegios públicos
Casi un millón de alumnos de preescolar y EGB de la región volvieron ayer a las aulas. Más de 1.000 autobuses (648 autorizados) se desparramaron por las calles. El gran atasco parecía cantado. No fue para tanto. El tráfico en el centro de la ciudad aumentó en un 4%. El comienzo del curso se resolvió con escasos contratiempos y con 122 policías más que el año pasado vigilando los colegios y las paradas de las rutas. En la sierra pobre fue distinto. Javier Solana, ministro de Educación, abrió el periodo lectivo en La Cabrera y Lozoyuela.
La avalancha de autocares escolares, aunque no afectó excesivamente al tráfico, prolongó una hora más los atascos matinales habituales. El Centro de Control de Tráfico observó problemas en la carretera de La Coruña, en la de Extremadura -por un accidente- y en la de Valencia.La Dirección General de Tráfico (DGT) informó de que el domingo, en la carretera de Extremadura, se soportó el mayor colapso del verano en toda la red estatal. Las retenciones se observaron durante 106 kilómetros, desde Talavera de la Reina.
En la ciudad, los atascos se produjeron sobre todo en los ejes Atocha-Delicias y María de Molina-Francisco Silvela, además de en la calle de la Princesa y en la glorieta de Cuatro Caminos. Los paros anunciados por 36 inspectores del puesto de mando del Metro no tuvieron incidencia.
Niños de tres años
La Concejalía de Seguridad dispuso una ampliación de 122 agentes sobre los 445 normalmente en servicio. El concejal de Seguridad, Carlos López Collado, aseguró que se aprovechará esta medida, que agilizó las paradas de los autocares, para situar permanentemente en las calles a 550 agentes.
En la Comunidad, según la directora general de Educación, Aurora Ruiz, no existen graves problemas. Las novedades se resumen en 2.000 plazas de educación infantil, seis colegios, seis casas de niños, seis escuelas de idiomas y dos centros de formación profesional. El reto es escolarizar en breve al ciento por ciento de los niños de tres años.
Los 120 niños menores de tres años que debían empezar las clases en Parla tuvieron que permanecer en sus casas al no disponer de aulas ni de profesores para atenderlos, informa Julián Morales. Lo mismo sucedió con más de 200 alumnos en Collado-Villalba, informa Luis Esteban. Los del colegio público Julio Cortázar, en Getafe, no fueron al colegio porque éste no se abrió a causa de unas obras en las pistas deportivas, informa Luis Fernando Durán. También en Getafe hubo problemas en el colegio Julián Besteiro. Los padres decidieron que sus hijos no ocuparan las aulas prefabricadas que el ministerio colocó como provisionales.
En Móstoles, 300 padres de alumnos del colegio Giner de los Ríos se concentraron ante el Ayuntamiento para protestar por las deficiencias higiénico-sanitarias del centro, y la escuela infantil Joan Miró suspendió las clases porque en la madrugada del lunes sufrió un incendio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.