El Supremo considera que su rendimiento es excepcional

El Tribunal Supremo considera excepcionales los niveles de productividad alcanzados con los medios de que dispone y cree difícil obtener mayores rendimientos, según explica en su memoria anual el presidente del organismo, Pascual Sala. El documento, que será presentado al rey Juan Carlos el próximo lunes en el acto de apertura de los tribunales, asegura que los niveles (le producción no podrán ser mantenidos indefinidamente "sin riesgo de incidir negativamente en la calidad jurídica de las resoluciones". Al margen del trabajo específico del Tribunal Supremo, la memoria entiende que para una reforma en profundidad del sistema judicial es imprescindible la implantación generalizada (le los sistemas informáticos, una urgente evolución del aspecto organizativo, que sigue siendo "uno de los más anclados en el pasado" y la preparación profesional y técnica de los funcionarios, de la que depende en gran medida el rendimiento y la productividad: "Nuestras pautas de conducta, nuestros modos de hacer y de operar, la forma y manera en que se desenvuelven a diario las oficinas de nuestros juzgados y tribunales no distan mucho de las respuestas que se venían dando hace cien años", señala el documento.

El Supremo entiende que antes que aumentar generosamente los medios personales en todos los escalafones del diagrama judicial es preferible la raconalización del sistema de trabajo: "Hoy día puede decirse que la productividad es, por lo general, baja, en gran parte por las deficiencias estructurales del sistema judicial. La pérdida de energía, la realización de tareas duplicadas e innecesarias, la falta de coordinación y objetivos comunes son moneda corriente en el comportamiento cotidiano de nuestros funcionarios", añade el documento.

Descenso en las resoluciones

El número de recursos ingresados en el Tribunal Supremo ha descendido por primera vez en los últimos cinco años. En 1990 entraron 26.691 recursos, 2.500 menos que el año anterior. También se ha apreciado por primera vez un ligero descenso en el número de resoluciones: 23.109 el pasado año, 772 menos que en 1989. El número de causas pendientes en el primer semestre de 1991 se situaba ya en 39.825.La incidencia de asuntos ha sido desigual en cada una de las cinco salas. Destaca el "extraordinario trabajo" realizado por la Sala de lo Criminal, que de continuar el incremento de sus resoluciones se encontrará "totalmente al día" dentro de dos años. En cambio, la situación es especialmente grave en la Sala de lo Contencioso, que recibe un número cada vez mayor de asuntos al no haberse creado los juzgados de lo contencioso.