El teatro Español y el fuego

En la Guía de EL PAÍS del día 18 de agosto, en la que se hace un recorrido por los locales de espectáculo más importantes de Madrid, su comentarista dice: "Teatro Español. Magnífico edificio del siglo XVI. Programación con altibajos y una peligrosa tendencia a quemarse el escenario. Plaza de Santa Ana". Realmente me produce vergüenza y pena que, en un periódico del prestigio del suyo, uno de sus periodistas haga un comentario de tan mal gusto y desinforme al lector, pudiendo producirle una inquietud ante el temor de los incendios.Este teatro, con 406 años de vida, ha sufrido en ese espacio de tiempo tres incendios. Creo que, aunque lo ideal es que no se queme nada, tampoco es alarmante el que un teatro se queme una vez cada 135 años; es lógico que los demás teatros de Madrid, cuya vida creo que no llega en ningún caso a los 100 años de existencia, todavía no hayan tenido ocasión, en buena lógica matemática, de tener ningún incendio.

Supongo que el comentario es del mismo autor que aquel que a los pocos días de este último incendio hizo otro, en un editorial de su periódico, riéndose mucho de que el teatro se hubiera quemado, y cuyo argumento, ingeniosísimo por cierto, era: "La fealdad de los decorados para la obra de Benavente que se representaba no puede haber incitado a nadie a esta depuración artística, y la competencia entre teatros no parece tan fuerte como para quemar el Español".

Tengo la tristeza de ver una vez más que la desgracia ajena, cuando el que la sufre no milita en la misma ideología política que la del periodista, se convierte en una especie de motivo de risa por personajes como éste, a los que le da igual el patrimonio cultural de este país con tal de hacer una frase.

Con el respeto que me merece su periódico y en la seguridad de que si algún día se incendia no se me ocurriría jamás hacer ningún comentario tan asqueroso como los dos que le he citado, reciba el testimonio de mi consideración más distinguida.- , director del teatro Español.