_
_
_
_

¿Uno más uno...? iTres!

El presidente Bush culpa a la televisión de la crisis de la Educación en Estados Unidos

Demasiada televisión. Ésta es la conclusión a la que ha llegado el presidente George Bush para explicar los malos resultados escolares que se registran en Estados Unidos. La Asociación Internacional para la Evaluación de los Niveles Educativos sitúa a los estudiantes de 8º de básica norteamericanos en el puesto número 10 en aritmética y en el duodécimo en álgebra en una lista compuesta por las 20 naciones más industrializadas de] mundo. Los niños norteamericanos están situados también en duodécima posición en geometría.

Hong Kong y Japón ocupan las dos primeras posiciones. Los datos sobre el nivel educativo de los escolares en este país han sido objeto de estudios y más estudios. Las respuestas a preguntas en exámenes de cultura general parecen de chiste. "¿Dónde nació Colón?". "En Ohio", afirma una joven de 17 años de Houston, Tejas, al creer que la ciudad de Columbus, en Ohio, estaba relacionada con el descubridor, cuyo nombre en inglés es precisamente Columbus.Pero hay datos que van más allá de la anécdota. En 1988, de los 3,8 millones de norteamericanos de 18 años de edad, 700.000 no sabían leer. El analfabetismo entre los estudiantes de las minorías es el 40%, un dato preocupante si se tiene en cuenta que en el año 2000 esas minorías serán mayoría en las escuelas de 10 Estados.

Ante esta situación, Bush, que el año próximo concurrirá .a las elecciones presidenciales, ha colocado el tema educativo entre sus prioridades. Para demostrarlo, esta semana visitó dos escuelas de Lewlston (Maine), en las que arremetió contra la televisión. "Estoy convencido", dijo Bush, "de que el exceso de televisión tiene un mal efecto entre los escolares, en la estabilidad de nuestras familias y en la propia enseñanza".

Asignatura pendiente

Bush considera que "el gasto en temas educativos se ha disparado dramáticamente". En 10 años el presupuesto educativo estadounidense ha saltado de 160.000 millones de dólares a 400.000 millones. Algunos maestros creen, en cambio, que se debería invertir aún más en las escuelas y universidades, especialmente en la zonas de clase media y media baja.La solución republicana para alcanzar lo que el presidente denomina "el verdadero renacimiento de la educación americaná", pasa por medidas como dificultar los exámenes, modificar algunas estructuras educativas que afectan al profesorado y lograr una mayor integración de los padres. Durante los últimos 10 años muchos sectores del país han reclamado un retorno a lo que se denomina esquema básico o tradicional de la educación.

Los demócratas, que saben que Bush tiene una asignatura pendiente en la política interna, no paran de hacer públicos estudios sobre el nivel escolar. Ron Brown, presidente del Partido Demócrata, ha declarado esta misma semana que "una vez más Bush pasa su responsabilidad en el tema escolar a los colegios y a los líderes de la comunidad, mientras él evita tomar la responsabilidad de mejorar nuestras escuelas".

La incultura trae consigo desajustes de todo tipo. La droga, la violencia, el sida y los embarazos juveniles. Todo es una cadena. En 1989, 300 de las 1.000 jóvenes escolares de laDuSable High School de Chicago quedaron embarazadas. Fortune, la revista que ha publicado algunos de estos detalles, compara la situación escolar en Estados Unidos con un "nuevo Pearl Harbour".

Cambios vitales

Este Pearl Harbour escolar se extiende hacia los niveles más altos de la educación. El Comité Universitario de EE UU, la organización que trata de unificar los criterios en el mundo académico de este país, decidió el pasado año cambiar el formato de los exámenes de selectividad, el temido Scholastic Aptitude Test (SAT), la bestia negra de los que desean estudiar una carrera.A partir de 1994 los norteamericanos que deseen ir a la Universidad no sólo deberán responder a las preguntas en forma de test; también deberán demostrar por qué responden de una u otra forma. El SAT del futuro estará diseñado para demostrar que saber no es una cuestión de adivinar. Los cambios en el sistema provocarán cambios técnicos. A partir de 1994 los exámenes SAT no se colocarán en una computadora que se encargará de leer las sefiales y dar un resultado. Los profesores deberán leer los exámenes uno a uno y calificarlos con criterios no solamente mecánicos.

Donald M. Stewart, presidente del College Board, el encargado de reestructurar el SAT y que representa los intereses de 2.700 centros, cree que estos cambios serán "vitales". Pero han provocado las protestas de algunas minorías que piensan que estos cambios han sido pensados para evitar el acceso de las minorías o los estudiantes de habla no inglesa a los niveles más altos de la educación.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_