Dos muertos en la ciudad y fluidez en las carreteras durante el retorno
EL PAÍS La Operación Retorno transcurrió ayer con normalidad en los accesos a Madrid aunque en las calles de la capital se produjeron dos accidentes mortales. En la avenida de Valladolid, un vehículo chocó contra una farola hacia las seis de la tarde. Uno de los ocupantes, Carlos Crespo Martínez, murió en el acto. Su acompañante fue trasladado herido a la clínica de la Concepción. El segundo accidente mortal tuvo lugar en la M-30, a la altura del nudo de Manoteras.
En las carreteras de la región, la ausencia de retenciones importantes era la nota más destacada del primer día real de la Operación Retorno, a pesar de la intensa circulación en toda la red viaria.
Los puntos más conflictivos se encontraban en la N30 1, que une Murcia y Alicante con Madrid. Los tramos alternativos dispuestos por la Guardia Civil no lograron impedir retenciones de hasta seis kilómetros en Mota del Cuervo, en la provincia de Cuenca.
La Dirección General de Tráfico tiene previsto hoy, en caso de que la intensidad de la circulación lo haga aconsejable, permitir la circulación por el arcén en la carretera de Valencia desde los kilómetros 40 o 29 al 21. Las medidas de Tráfico prevén también cortes en los accesos desde la Ciudad de los Ángeles y Orcasitas a la N-IV y los de Pozuelo y Aravaca a la N-VI.
Otros accidentes
A los dos accidentes mortales se sumaron otros a lo largo de ayer, todos dentro de la ciudad. En la calle de O'Donnell un hombre resultó herido leve, tras chocar su moto contra un vehículo. En total, la noche anterior, 14 personas resultaron heridas en la ciudad en 13 accidentes de tráfico.
El accidente más espectacular tuvo lugar en la avenida de la Albufera, a la altura de la calle de Soler, cuando un turismo arrancó una farola de cuajo. Horas más tarde, en el kilómetro 15 de la M-30, un automóvil derribaba más de 30 metros de valla. Los conductores de ambos vehículos ingresaron en el hospital en estado grave.
Por cierto, los conductores que vuelven a Madrid por la M-40 pueden hacerse más fácilmente a la idea de que sus vacaciones han terminado contemplando el paisaje desolador de los secos árboles que fueron plantados hace menos de un año. Uno de los parajes más castigados es el comprendido entre la Ciudad de los Ángeles, la carretera de Toledo y el cementerio Sur.
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