No hay miedo
Se desmorona un imperio, la URSS, y en lugar de temblar (las caídas de los imperios suelen ser peligrosas) Occidente saca pecho. Wall Street y Londres consiguen récords históricos, Francfort recupera el aliento perdido y Madrid, como si sintiera vergüenza del pánico exhibido, intenta el más dificil todavía: consolidar el soporte del 270% para intentar metas más ambiciosas.El mercado vive las secuelas del shock que supuso el intento de golpe de Estado en la URSS. Las ganancias que registra Madrid en estos momentos -ayer 3,68% puntos- pueden compararse con la risa histérica de quien ha salido con bien de una dura prueba. Hubo razones para el temor. Y no han desaparecido. Quizá por ello, son muchos los que consideran difícil que las ganancias se consoliden.
No obstante, se están tomando posiciones. Las razones para la confianza residen en la seguridad de una próxima bajada de tipos y en los buenos datos de inflación que se prevén. Ayer, lo más significativo fueron tres operaciones llevadas a cabo por la sociedad de valores de Banesto, Lombardía- Lacaci sobre 798.000 acciones de Tudor, 89.000 acciones de la Unión y el Fénix y 262.000 de Asturiana del Zinc. Las operaciones responden, según se afirmó, a un reajuste de participaciones. El negocio continúa siendo moderado.
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