Ballesteros aspira hoy a ganar el Open Británico
Severiano Ballesteros aspira hoy a imponerse por cuarta vez en el Open Británico de golf. Ante el recorrido final, sólo se encuentra a dos golpes de Ian Baker-Finch (Australia) y Mark O'Meara (EE UU) y a uno de Eamonn Darey (Irlanda) y Mike Harwood (Australia). A su favor tendrá la circunstancia de ir presionándoles por delante. De todas formas, se mostró cauto en sus declaraciones: "No me apresuraré a atacar. La paciencia es fundamental en este deporte". José María Olazábal, a nueve de los primeros, ya apenas puede pretender un puesto digno.
Baker-Finch tiene clavado el Open como una espina. En 1984, a sus 24 años, también afrontó como líder su desenlace. El ladino Tom Watson (EE UU), pentacampeón del torneo y que iba el segundo, le espetó al echar a andar: "¡Tranquilo! Sólo es un British en Saint Andrews [la cuna del golf]". Al debutante se le desataron los nervios y concluyó el noveno, a ocho golpes del ganador, Ballesteros (¿una premonición?). En 1990, de nuevo en Saint Andrews, volvió al último partido, pero Nick Faldo (Inglaterra) no le dio opción y quedó el sexto. Ahora insiste afirmando que va por todo, como su pequeña hija, que, en sus brazos, confundió el micrófono de un periodista de la BBC con un helado y se abalanzó a lamerlo. A sus 31, ¿ha madurado? Esa es la cuestión. Vigésimo quinto del mundo, únicamente cuenta con una victoria (1989) en su circuito habitual, el norteamericano. Pero, eso sí, en 1991 lleva dos segundos puestos y un tercero y ayer situó el récord de Royal Birkdale en 64 (un eagle y seis birdies por dos bogeys).O'Meara supone la gran esperanza estadounidense, en cuyo equipo de la Copa Ryder estuvo en 1985 y 1989. Con 34, es el 21º en el clasificación y suma seis triunfos en su tour desde 1984. Extravertido, recuerda a Lee Treviño (EE UU) por sus gracias en el campo cuando la ocasión lo requiere. Incluso se revolcó por el green en el pasado Masters de Augusta. A sus 67 llegó con un eagle, cuatro birdies y tres bogeys.
Darcy, a un mes de los 39 y 64º en la clasificación, conoce muy bien a Ballesteros. Entre otras razones, porque semanas atrás porfió con él en el Campeonato de la PGA Británica y el Masters Británico. Pero hubo de conformarse, respectivamente, con la tercera y la segunda plaza y ver cómo en ambas ocasiones el español obtenía el trofeo (¿otra premonición?). Sus 66 (seis birdies y dos bogeys) le han proporcionado la oportunidad de desquitarse y contabilizar su séptimo triunfo europeo desde 1976 y el más importante.
Harwood, de 31 (46º), se reveló en 1990 al vencer en el Campeonato de la PGA Británica, calificado por Ballesteros como "el quinto certamen grande", y el Masters del Circuito Europeo, en Valderrama (Cádiz). Ayer fue el único del trío de cabeza, completado por Gary Hallberg (EE UU) y Andrew Oldcorn (Inglaterra), quien sufrió una grave enfermedad cerebral en 1989, que mantuvo el tipo. Firmó 69 (cinco birdies y cuatro bogeys).
"Tendré paciencia"
Ellos son los cuatro jugadores que preceden a Ballesteros. Baker-Finch y O'Meara, por dos golpes; Darcy y Harwood, por uno. Las diferencias son, pues, mínimas. No es de extrañar, por tanto, que el cántabro acaricie la idea de alcanzar su cuarto Open (se adjudicó los de 1979, 1984 y 1988). A su favor tendrá la circunstancia de que caminará por delante, presionándoles. De reojo, también deberá prevenirse de los ataques de golfistas tan sólidos como Craig Parry (Australia) y Mark James (Inglaterra), a dos de él, e lan Woosnam (Gales), Fred Couples (EE UU), Eduardo Romero (Argentina) y Colin Montgomerie (Escocia), a tres. Curtis Strange (EE UU) y Bernhard Langer (Alemania), a cuatro, y Faldo, Watson y Greg Norman (Australia), a cinco, parecen ya demasiado lejos, aunque, a la desesperada, podrían hacer una genlalidad.
El no hizo demasiadas ayer. Le faltó un poco de fortuna, algo de fuerza en varios putts. Pero demostró su plena confianza en sí mismo. Sus dos bogeys sucesivos, en el 4 y el 5, que meses atrás a lo peor le habrían desquiciado, los encajó con una mueca, pero sin pestañear. Siguió a lo suyo, a la búsqueda de sus bazas. Las halló en el 8, el 12 y el 17 con los birdies que le permitieron sus 69 totales. Los espectadores, volcados con él ("son el 15º palo de mi bolsa", recalcó), le recibieron con una entusiasta ovación en el green del 18, en el que un birdie más le esquivó por centímetros. "Debo ser prudente. La paciencia es fundamental en este deporte". Así resumió su estrategia de hoy.
Clasificación: 1º Baker-Finch y O'Meara, 206 golpes. 3º. Darcy y Harwood, 207. 5º. Ballesteros, 208. 6º. Reid (EE UU) y Singh (Fiyi), 209. 8º. Parry, James, Mouland (Gales) y Poxon (Inglaterra), 210. 12º. Woosnam, Couples, Romero, Montgomerle, Tway (EE UU), Lane (Inglaterra), Chapman (Inglaterra) y Hallberg, 211. 22º. Strange y Langer, 212. 31º. Faldo, Norman y Watson, 213. 40º. Nicklaus (EE UU) y Treviño, 214. 54º. Olazábal (74 ayer: dos birdies, cuatro bogeys y, en el hoyo 1, el del desnudo de su joven adolescente fans el primer día, un decisivo doble bogey por sus horribles putts), Rivero, Stewart (EE UU) y Player (Suráfrica), 215. 66º. Luna, 216. 75º. Martín, 217. 96º. Jiménez, 220.
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