Aznar anuncia que investigará los incidentes provocados por cargos del PP en Salamanca

El presidente del Partido Popular (PP), José María Aznar, manifestó ayer que la dirección de su partido ha encargado al PP de Castilla y León la apertura de una investigación sobre la elección, el pasado miércoles, de un diputado provincia, José Dávila, que hasta entonces pertenecía al PP, como presidente de la Diputación de Salamanca gracias a los votos del PSOE y del CDS. El PP investigará, asimismo, los incidentes provocados en Salamanca el pasado jueves por militantes y cargos del PP, que agredieron al dirigente del CDS José Luis Sagredo.

José María Aznar acusó ayer al PSOE y al CDS de "vulnerar la voluntad popular y alentar el transfuguismo" en la elección el pasado miércoles de José Dávila, miembro del PP hasta esa misma fecha, como presidente de la Diputación de Salamanca con los votos del PSOE (11 diputados) y del CDS (uno). Aznar calificó está situación como "una falta de respeto a la voluntad del electorado". El PP informó ayer de la expulsión del partido de José Dávila, quien a su vez pidió la baja.Aznar rechazó la actitud de los procuradores regionales, diputados provinciales, alcaldes y concejales del PP que agredieron el pasado jueves al presidente provincial del CDS en Salamanca, José Luis Sagredo, y profirieron gritos de "Franco, Franco, que vuelva Franco". "El PP reprueba completamente cualquier circunstancia de esta índole, la haga quien la haga", afirmó Aznar antes de iniciarse la reunión que la dirección del PP mantuvo en Madrid con los alcaldes y tenientes de alcalde populares de las capitales de provincia. [Juan José Lucas, presidente de la Junta de Castilla y León, por su parte, señaló: "El PP rechaza cualquier tipo de violencia que suponga ataques a las personas. Y tampoco compartimos determinados gritos que ayer [por el jueves] se oyeron en las calles de Salamanca, informa Europa Press.]Acto seguido, Aznar advirtió que no hay que comparar "hechos que pueden entrar dentro de la categoría de la anécdota, con lo que realmente es una categoría: vulnerar la voluntad del electorado".El secretario general del PP, Francisco Álvarez-Cascos, envió ayer una carta al secretario de Organización del PSOE, Txiqui Benegas, en la que se expresa en términos similares a los de Aznar y pide "la acción decidida" de la dirección del PSOE para "restablecer la normalidad política en la diputación desde el respeto a la legítima representación de la soberanía popular". Benegas contestó a tal petición calificándola de "oportunismo político" en otra misiva y aseguró que se trata de una "cortina de humo para eludir su responsabilidad ante una situación creada por un militante de su partido". "Resulta paradójico que la dirección del PP considere burlada la voluntad popular en casos como el de Salamanca y sea respetada en pactos como los de Sevilla, Cantabria y Valencia", añadía la carta. Benegas comunicó que se ha abierto un expediente informativo para conocer las razones que impulsaron a los diputados socialistas a votar a Dávila y tildó de "injustificables" los incidentes de Salamanca.

El vicesecretario general del PP, Javier Arenas, negó que la elección del presidente de la Diputación de Salamanca pueda dificultar el diálogo entre socialistas y populares en lo concerniente al pacto autonómico.

Por otra parte, un grupo de unos 20 alcaldes del Partido Popular acudieron ayer a la sede de la Diputación Provincial de Salamanca para mantener la protesta contra el nuevo presidente de la corporación, José Dávila, que se incorporó con normalidad a su despacho. La policía mantuvo el control de los accesos y una discreta presencia en los pasillos, en los que se encontraban algunos militantes del PP sin que se produjeran alteraciones, Ignacio Francia.

Sólo una docena de personas dieron algunos gritos contra José Dávila y colocaron sobre uno de los muros de la Diputación una pancarta con la leyenda: "Democracia sí, traidores no". Los dirigentes provinciales del PP y los manifestantes que originaron los conflictos el pasado jueves habían asegurado que acudirían todos los días mientras fuera necesario hasta conseguir la dimisión de Dávila.

Éste dijo estar cada vez más convencido de la decisión que había tomado. Y precisó que las manifestaciones de protesta por su elección "ya las esperaba, incluso mayores, porque conozco a los dirigentes del que ha sido mi partido".