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Duelo sevillano

Hugo Galera, el presidente del Betis, intentó evitar en los despachos lo que su equipo no pudo eludir sobre el campo, el descenso a Segunda. Así, quiso incluir un nuevo tema en el orden del día de la asamblea, el aumento a 22 de los equipos de Primera. A José María del Nido, el vicepresidente del Sevilla, le faltó tiempo para desmontar la faena con los estatutos en la mano: "Cualquier asunto debe ser presentado cinco días antes de la junta para su estudio".Fue un ejemplo de los intereses particulares a cuya defensa se dedicaron en la reunión algunos de los representantes de los clubes, como denunció Jesús Gil, el presidente del Atlético, al que Antonio Baró, el de la Liga, impidió erigirse en protagonista pese a dirigirse a él con esta frase: "¡Vamos, Jesús; querido!". "Esto ha sido una chapuza", dijo al final Gil. "Iremos a la guerra", advirtió después al vicepresidente federativo Juan Padrón en alusión a la lucha que la Liga mantiene con la Federación. Tampoco faltaron las descalificaciones. "La próxima vez que abandone una reunión presentaré un certificado médico", respondió José Ignacio Zarza, el vicepresidente del Athletic de Bilbao, al reprocharle Eiaró su desconocimiento de un tema tratado en una junta de la que se ausentó.

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