García Valdés descarta que el nuevo Código Penal incluya la libertad a prueba

La probation o sustitución de la pena por el sometimiento del condenado a prueba en alguna institución privada dedicada a ello quedará definitivamente fuera del futuro Código Penal, en el que, en cambio, se introducirán otras medidas alternativas para resocializar al delincuente. Así se desprende de la intervención realizada en Cuenca durante un curso de verano sobre la reforma del Código Penal por Carlos García Valdés, director del Centro de Estudios Judiciales, catedrático de Derecho Penal y coordinador de la comisión que elaboró el anteproyecto de Código Penal.

García Valdés defendió como alternativa a la libertad a prueba una probation "a la española", consistente en la posibilidad de que los jueces suspendan durante cinco años las penas privativas de libertad de hasta dos años -actualmente no suelen cumplirse las penas de un año de cárcel- y, además, la condena no figure en el correspondiente registro ni se tenga en cuenta a efectos de antecedente penal. El sistema español garantiza, según García Valdés, su aplicación a personas que cometen por primera vez delitos menos graves, que tratan de salir de su drogodependencia y cuyo ingreso en prisión supone un riesgo.Frente a las críticas recibidas por no haberse incluido la probation en el futuro Código Penal, García Valdés resaltó que se han evitado los elevados costes estatales derivados de la intervención forzosa de instituciones privadas. Asimismo, García Valdés recordó que el nuevo Código Penal parte del principio de que las sanciones criminales se cumplan. De ahí que se suprima la redención automática de penas por el trabajo que figura en el artículo 100 del vigente Código Penal, "que prácticamente divide", dijo, "el cumplimiento de las penas por su mitad".

Ayuda social al delincuente

Entre las instituciones que han criticado duramente al Gobierno por excluir del futuro Código Penal la libertad a prueba, implantada en gran parte de Europa, el Instituto de Reinserción Social ha destacado con "indignación y desánimo" que tal omisión priva de ayuda social al delincuente. Un portavoz del Colegio de Abogados de Barcelona recordó en su día que "la pena de prisión comporta inevitablemente, en muchos casos, una condena adicional a contraer el sida, convertirse en drogadicto y quedar marginado de la sociedad".En su intervención en Cuenca, García Valdés reconoció que "no se puede privar de toda esperanza al condenado", pero se mostró partidario del "beneficio penitenciario individual". El antiguo director general de Instituciones Penitenciarias manifestó: "Creo, porque lo conozco de primera mano, en que la filosofía del premio y el castigo funciona en el medio penitenciario y que el comportamiento del interno en el establecimiento ha de tener justa correspondencia con el cumplimiento estricto o el acortamiento de su condena".

Como alternativas a la erradicación de la redención automática de penas por el trabajo, García Valdés propuso beneficios individualizados e incluso una libertad condicional más generosa que en la actualidad, es decir, antes de cumplir las dos terceras partes de la condena para aquellos penados en régimen abierto que observen buena conducta y hayan desarrollado actividades laborales, culturales u ocupacionales, así como que cuenten con un pronóstico favorable de reinserción social. García Valdés resaltó el "carácter humanitario" de la nueva libertad condicional para internos con 70 años o padecimientos incurables.

Suprimida la reincidencia

Otras novedades del futuro Código Penal destacadas por García Valdés son la desaparición de la premeditación y la reincidencia como circunstancias agravantes de los delitos. Sobre la primera resaltó que está desacreditada doctrinalmente y que "sólo tiene alguna relevancia en el delito de asesinato". Asimismo, señaló que existe una fuerte crítica contra la reincidencia, "a la que se tacha de inconstitucional" y contraria al principio de resocialización y al de que no se castigue un mismo hecho dos veces.García Valdés reconoció que la supresión de la reincidencia como agravante genérica está mitigada con la agravación específica en algunas figuras delictivas de la habitualidad, cuando la comisión de un delito se convierte en medio de vida para el delincuente. Informó que, en aplicación de tratados internacionales, el nuevo Código Penal sancionará la reincidencia en los delitos de terrorismo y narcotráfico.