Negociar con cromos
Las estampas de deportistas una inversión lucrativa
Coleccionar cromos ya no es un juego de niños sino un negocio de adultos. Es la nueva afición de los inversionistas americanos, que ven en él un mercado igual de rentable que el del arte. Igual que las obras maestras de Pablo Picasso y Vincent van Gogh, los cromos de figuras deportivas se están revalorizando con el paso del tiempo. Se vive un boom que no conoce límites. La casa de subastas Soetheby's oficializó los cromos como parte del coleccionismo al realizar una puja y vender una estampa del legendario jugador de béisbol Honus Wagner hecha en 1911 para una empresa tabaquera por 45 millones de pesetas.
El primer cromo de Michael Jordan, hecho en 1986 por Fleer, ya tiene un valor de 50.000 pesetas. La posibilidad de multiplicar por 100 o más una inversión de pequeña ha ayudado a animar el mercado. Una imágen del pívot David Robinson, realizada por Hoops en 1989, cuesta 3.000 pesetas.El valor del cromo depende de distintos factores: su conservación, la cantidad existente, la fama del jugador. Las más valoradas siempre son la primera serie que se hace de una figura, las denominadas rookies cards. La rookie card del jugador de béisbol Micky Mantle, hecha en 1952 por Topps, se vendió por 4.950.000 pesetas en la misma subasta de Soetheby's.
"Esto no es para niños pequeños sino para adultos", declaró Michael Gidwitz, director de mercadotecnia de Rothschild Securities, una casa de coleccionismo de Chicago. "Estoy aquí para la valoración del año próximo. Prefiero pagar 1.500.000 pesetas ahora por un cromo que en realidad vale 1.000.000 en vez de quedarme sin él".
Wagner, el tercer base de los Pirates de Pittsburgh a inicios de este siglo, y Mantle, el jardinero central de los Yankees de Nueva York durante los años cincuenta y sesenta, son dos casos extraordinarios dentro del mundo del coleccionismo. Tan sólo quedan alrededor de 40 cromos de Wagner, hechos por Piedmont Cigarrette sin el permiso del jugador.
Wagner, que no fumaba, obligó a que la fábrica de tabacos retirara los cromos del circuito comercial. De las que se conservan pocas están en buenas condiciones, y éstas se han convertido en un verdadero tesoro.
Hasta la NBA ha olido el negocio con la emisión de su propia serie denominada SkyBox. Pero la atención de los coleccionistas está centrada en el mundo más adinerado del béisbol.
La rookie card de Guillermo Clemente, de 1955, vale 150.000 pesetas, uno de los precios más altos del mercado. Tan sólo un jugador actual, el lanzador Nolan Ryan se vendió recientemente en una subasta benéfica por 500.000 pesetas, más de tres veces su valor de mercado.
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