El presidente de Ford culpa a los salarios españoles de la falta de competitividad
El presidente de la compañía automovilística estadounidense Ford Motor Company, Harold Poling, expresó ayer, en el transcurso de un encuentro con la prensa en Madrid, la preocupación de la compañía que preside y de su filial, Ford España, por la evolución que han sufrido los salarios en España desde el año 1985. Poling aseguró que la escalada salarial pone en peligro la competitividad de la industria española.
Harold Poling, presidente de Ford Motor Company desde hace poco más de un año en sustitución de Donald Petersen, expresó asimismo la importancia que tendrá, para España en particular, y para la industria automovilística en general la próxima constitución del mercado único europeo el 1 de enero de 1993.España, tal y como resaltó Poling, supone una base importante para la compañía estadounidense. En 1990, un año calificado de "duro" para la industria automovilística, Ford España exportó el 63% de la producción total de automóviles -211.543 unidades-.
Sobre la crisis del sector, y sin especificar para cuándo es posible esperar una mejora sustancial en el mercado del automóvil, Harold Poling aseguró que la compañía que preside se prepara para atender el crecimiento de la demanda una vez que Finalice el periodo recesivo en Estados Unidos. No obstante, aclaró que, a diferencia de otras crisis, la industria automovilística tardará en esta ocasión más tiempo en recuperarse. Los mercados en los que Ford confía para mejorar resultados son, fundamentalmente, Estados Unidos y el Reino Unido. La contribución de otros mercados, como el español, el italiano y el francés será más moderada.
Competencia japonesa
El máximo responsable de Ford, en visita de una semana por Europa y conocido por sus tesis contrarias a la apertura de mercados a Japón, manifestó también que una de sus mayores preocupaciones es la competencia nipona, tanto en el mercado europeo como en el mercado estadounidense. Para Poling, la apertura de los mercados occidentales a Japón no ha tenido hasta el momento una correspondencia de la misma magnitud.El presidente de Ford Motor Company se mostró cauto a la hora de valorar lo que supone para la industria automovilística la apertura de los países del Este. Por el momento, Ford sólo ve un mercado con cierto potencial de crecimiento: Alemania del Este. El resto de los países del Este de Europa sólo atraerán a la industria automovilística occidental en la medida que sean capaces de llevar a cabo profundas transformaciones en sus economías y reciban ayudas sustanciales. Como en el caso del Este de Europa, Ford considera que otros Potenciales mercados, como Suramérica, la India o los países de la cuenca del Pacífico, sólo serán atractivos en el medio y largo plazo.
Harold Poling abordó también, en el transcurso de la conferencia de prensa, otro tema de actualidad y por el que, según afirmó, Ford está más que preocupada: la protección del medio ambiente. En este sentido, destacó que las exigencias medioambientales, a pesar del incremento de costes que suponen, cuentan con todo el apoyo de la empresa.
Por lo que se refiere a los resultados del pasado año en España, Ford, con una plantilla de más de 10.000 personas, obtuvo 14.457 millones de pesetas de beneficio neto, con un descenso significativo respecto a 1989. No obstante, la compañía consiguió aumentar su cuota de mercado y aumentar las exportaciones en cuatro puntos respecto a 1989. El presidente de Ford España, Jaime Carvajal, solicitó recientemente a la Administración que facilitara la flexibilidad laboral para reducir costes.
La multinacional consiguió unos beneficios netos globales en 1990 de 860 millones de dólares (86.000 millones de pesetas). En 1989, los beneficios alcanzaron 3.835 millones de dólares.
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