El Parlamento de la URSS debate la privatización de la propiedad
El Sóviet Supremo de la Unión Soviética comenzará a estudiar hoy un proyecto de ley sobre la privatización de la propiedad. Se oponen a ella los conservadores, partidarios de preservar el monopolio de la propiedad social, principal mito del comunismo. En opinión de los economistas, la privatización de la omnipresente propiedad estatal es el problema clave que definirá, en última instancia, la profundidad de las reformas económicas en la URSS.La oportunidad en que se discute este importante proyecto de ley no es casual: los debates parlamentarios tendrán lugar a poco menos de un mes del viaje del presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, a Londres, donde se reunirá con los dirigentes de los siete países más industrializados del mundo (Grupo de los Siete).
De aprobarse la ley de privatización, Gorbachov contará, además de su actual acercamiento con el presidente electo de Rusia, Borís Yeltsin, con una carta más que exhibir ante los líderes del Grupo de los Siete en su intento de obtener ayuda financiera de Occidente para la perestroika.
Sin embargo los sectores comunistas más conservadores procuran diluir la esencia del proyecto e impedir el resurgimiento de la propiedad privada. Ante la inminencia de la aprobación de la ley de privatización, el lenguaje de la campana comunista en su contra se torna cada vez más virulento y recuerda el empleado por la maquinaria propagandística soviética durante la guerra fría.
El presidente del KGB (Comité de Seguridad del Estado), Vladimir Kriuchkov, acusó el pasado lunes, en una sesión a puerta cerrada del Parlamento, a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EE UU de boicotear desde 1977 la economía soviética. Algunos fragmentos de su intervención fueron después televisados.
"Es inadmisible reducir la desestatalización sólo a la privatización de la propiedad. Hay otras formas de cambios sustanciales en los marcos de la propiedad estatal", señaló recientemente el comunista Alexander Selezniov, especialista en economía, al diario Rabochaya Tribuna.
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