Xabier Arzalluz: "Si rompo la baraja con los socialistas solo empeoraría las cosas"

Xabier Arzalluz ha vuelto a desconcertar a todos en Euskadi al imponer una situación poco previsible. El PNV gobierna la comunidad con una alianza nacionalista mientras se prepara a dirigir muchos ayuntamientos y las tres diputaciones junto al PSOE. Arzalluz se muestra más pragmático que nunca, cansado de batallas inútiles, "quizá me estoy haciendo viejo", admite, y apuesta por el diálogo con los socialistas. "Romper la baraja", asegura, "sólo empeoraría las cosas".

El pacto municipal de San Sebastián, donde el PNV ha sumado sus votos con el PP para facilitar el acceso a la alcaldía del candidato socialista, es "sorprendente", según admite el presidente peneuvista, porque "es la única capital de provincia donde PP y PSOE han coincidido". Pero la alianza es legítima, añade, puesto que "el derecho a gobernar lo tiene quien concita una mayoría". Arzalluz niega haber impuesto en el PNV su voluntad de pactar con los socialistas. Pero defiende con convicción la necesidad de "apurar hasta el final las posibilidades de colaboración" con el partido gobernante en Madrid. "Ya he dicho en otras ocasiones que manda la coyuntura".Para el presidente del PNV, las ofertas de diálogo procedentes tanto del PSOE como del PP son un motivo de satisfacción. "Quieren decir que hay un juego político para nosotros. Si las próximas elecciones generales dan un determinado valor a nuestros votos, los haremos valer en beneficio de lo que representamos". El PNV no está atado con nadie, agrega Arzalluz, pero en el futuro inmediato advierte en Felipe González "un peso todavía muy grande" frente a José María Aznar.