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Tentativa de atraco

( ... ) El resultado del último referéndum, que ha superado las previsiones y esperanzas más optimistas, ha sido conseguido por el pueblo, no lleva la etiqueta de ningún partido y no ha sido apoyado por ninguna de las tres grandes cadenas televisivas; es más, ha sido tratado como una aburrida pérdida de tiempo. Es una gran victoria democrática que indica una completa transformación e introduce un elemento de claridad que tanto las fuerzas políticas como las autoridades constitucionales deberían tener en cuenta. Apenas terminado el recuento de los votos empezó la carrera de los que intentan apropiarse políticamente del resultado. Curiosamente, los perdedores han tratado de transformarse en vencedores con una serie de deducciones típicas de Azzeccagarbugli, el leguleyo manzoniano. (...) La primera intervención al respecto ha sido la de Cossiga -¡cómo no!-, que en una entrevista televisiva ha dicho que si los electores han demostrado tanto interés en este referéndum, podrían pronunciarse con el mismo compromiso sobre el tipo de presidente que quieren. ( ... ) Pero nada de todo esto emerge del voto del 10 de junio; el único significado de este referéndum es que la gran mayoría de los ciudadanos quiere cambiar la ley electoral, quiere una relación más límpida entre electores y elegidos, decidir por sí sola sobre estos problemas, ya que el Parlamento está paralizado por la partitocracia. (...)

, 12 de junio

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