Los vecinos de Berzosa se niegan a que sea alcalde un joven que vive en la capital
El alcalde electo de Berzosa de Lozoya, Jaime González Taboada, nació en el barrio de Salamanca hace 22 años y ahora vive en Chamberí. Pero una gran parte de los 73 vecinos de dicho municipio de la sierra norte de Madrid se niegan a aceptar un regidor cunero (sin arraigo en el pueblo) que sólo ha obtenido 12 votos en las elecciones. González Taboada, militante de Nuevas Generaciones del PP y estudiante de informática, asegura que en Berzosa pasan "cosas extrañas".
El secretario del Ayuntamiento, Carlos Rivera, ha hecho números con la legislación local en la mano para resolver los problemas que plantea un municipio en régimen de concejo abierto, donde todos los electores son también concejales. "Si sólo acuden al concejo abierto los 12 votantes del PP, no habrá quórum para su constitución legal", advierte Rivera. Por si acaso, el secretario ha solicitado la presencia de la Guardia Civil en la toma de posesión del nuevo alcalde, al mediodía del próximo sábado.Jaime González asegura que a los 11 años ya militaba en el partido de Manuel Fraga y en el Real Madrid. Además de la política, la afición a los deportes y los estudios de informática ocupan la actividad del alcalde electo de Berzosa.
Aunque asegura que no tiene miedo a enfrentarse con las responsibilidades del cargo, confiesa que la situación "de coacciones entre los vecinos" le inspira "respeto". El Partido Popular ha decidido "arropar" a su candidato a la alcaldía con la asistencia de parlamentarios autonómicos y nacionales a su toma de posesión. "Será un acto de afirmación democrática frente a quienes no acatan la voluntad popular salida de las urnas", advierte Bonifacio Santiago, coordinador electoral del PP en Madrid.
Un vecino de Berzosa reconoció ayer que existe "un sentimiento de rechazo" hacia un alcalde que no vive en el pueblo. Según otro vecino, las "rencillas entre familias" habían impedido la presentación de candidatos locales. El PP, el PSOE y el CDS aprovecharon la circunstancia para lanzar a sus paracaidistas en los comicios.
Urnas vacías
A la vista de esta situación, muchos vecinos se habían juramentado para dejar las urnas vacías. Un observador de la Comunidad de Madrid comprobó el 26 de mayo que nadie votaba en Berzosa. Cuando los duros de Berzosa fueron avisados de que una docena de personas había votado después de haber hablado con un militante del PSOE, contraatacaron y depositaron otros tantos votos para el PP. Sin embargo, en el escrutinio se comprobó que la práctica totalidad de las papeletas supuestamente rojas estaban en blanco.
Los comicios municipales de 1983 tuvieron que repetirse porque en la convocatoria oficial ningún votante quiso acercarse al colegio electoral.
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