Despliegue de seguridad al reanudarse los comicios indios
ENVIADA ESPECIALUnos 103 millones de votantes indios estaban citados ayer con las urnas en medio de un enorme despliegue de seguridad. La violencia que ha quitado la vida a una treintena de candidatos, entre ellos el líder del Partido del Congreso (I) y ex primer ministro Rajiv Gandhi, se ha convertido en el caballo de batalla de unas elecciones que finalizarán pasado mañana y de las que los indios esperan que salga un Gobierno estable y fuerte capaz de poner freno a las amenazas de sectarismo y desmembración.
La asistencia de votantes fue más bien escasa en Maharashtra, el Estado más importante de todos los que celebraban ayer elecciones. Las lluvias monzónicas que han azotado la zona y que el domingo dejaron incomunicada Bombay, la capital del Estado y la primera ciudad de India, repercutieron en la poca afluencia, ya que extensas áreas de Maharashtra continúan afectadas por las inundaciones y los desprendimientos provocados por las lluvias, que causaron 50 muertos.El asesinato de Gandhi ha alterado el panorama electoral. No sólo ha provocado un retraso de tres semanas en el fin del proceso, sino que incluso ha cambiado las consignas de los dos grandes partidos -Congreso (I) y Baratiya Janata. El Congreso espera del electorado un voto de simpatía y consideración por los mártires de su historia: el mahatma Gandhi, Indira Gandhi y su hijo Rajiv, cuyas vidas y mensajes patrióticos expone en un videocasete.
Mientras, el BJ se ha aprovechado de la disputa surgida en el Congreso para suceder a Gandhi, y ha hecho suyo el lema del asesinado dirigente de "un voto por la estabilidad". Según su presidente, Lal Krishria Advani, que ha moderado su radicalismo hindú y hace guiños al electorado musulmán, sólo el Baratiya Janata es capaz de dar a India el Gobierno fuerte que tanto precisa.
Advani no deja de tachar de "vergonzosa" la lucha por el poder en el Congreso, y asegura que este partido no puede ofrecer estabilidad porque está dividido.
Tercero en discordia
El tercer contendiente de la carrera electoral, el Janata Dal, es el que menos ha variado su mensaje, dirigido a las clases bajas, a las que prometió durante el tiempo en que su líder V. P. Singh ocupó la jefatura del Gobierno (de diciembre de 1989 a noviembre de 1990) establecer cuotas en la Administración pública.El pasado 20 de mayo, un día antes de la muerte de Gandhi, hubo elecciones en el 40% del país, cuyas urnas se encuentran selladas y fuertemente vigiladas hasta que el domingo la comisión electoral autorice su apertura y el recuento de los votos de toda la nación.
La captura de urnas, los votos emitidos por las castas superiores en nombre de las inferiores, la intimidación y otras denuncias llevaron a la comisión a ordenar que ayer se repitieran las votaciones en 1.400 mesas, la mayoría de ellas en Bihar, el Estado más pobre de India, y donde la mafia y los Ejércitos privados de los delincuentes que se presentan como candidatos han bañado en sangre los comicios.
Por otra parte, el toque de queda ha sido impuesto en Srinagar, capital del Estado de Jammu y Cachemira, el único en el que no se celebran los comicios. Al menos 28 personas murieron el martes en enfrentamientos entre militantes pro independentistas y policías.
Algunos testigos afirman que las fuerzas de seguridad dispararon indiscriminadamente contra los civiles. Cuatro personas que se encontraban en una tienda, entre ellas una mujer de 60 años y un niño de 10, fueron cosidas a balazos por la policía. India se comprometió en el momento de la división del país y la independencia del Imperio británico, en 1947, a celebrar un referéndum en Cachemira para que sus habitantes, en su gran mayoría musulmanes, dijeran si querían pertenecer a India o a Pakistán, y hasta ahora no ha permitido la consulta.
Los dos partidos comunistas de India se retiraron ayer de las elecciones en Punjab e hicieron un llamamiento a todas las fuerzas políticas que defienden la "unidad y la integridad" de India a que actúen igual.
[La presunta asesina de Rajiv Gandhi fue ayer identificada como una mujer llamada Thanu tras la detención el martes en Madrás de dos personas que la escondieron antes de cometer el atentado, informa Efe].
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.