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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Ven, papá, "te necesito'

Año 1935. Mi abuela se separó. El abuelo se fue a por tabaco y nunca más volvió. Es obvio que no hizo falta sentencia judicial. No hubo juez que tuviera la culpa. No conocí jamás a mi abuelo.Año 1952. Mi madre se separó. Sentencia judicial para obtención de pensión de alimentos y visitas reglamentadas. Yo tenía dos. años. Mi padre, en vez de cumplir con la sentencia, prefirió montar una nueva familia con dos hijos incluidos más. Le salió más caro, pero se ahorró "mi supervivencia económica y afectiva" de toda la vida. No vi a mi padre durante 15 años. El juez tampoco tuvo la culpa.

Año 1988. Me separo yo, que hoy tengo 40 años y dos hijas, una de 11 y otra de 8 años. Única condición formulada moralmente por mi experiencia vivida: "No abandonar a las niñas". Sentencia judicial: pensión alimentaria y régimen de visitas cada 15 días, porque el padre de las criaturas no solicitó otra cosa. Aquí tampoco el juez tiene la culpa.

Pero, aunque les parezca mentira, hombres y mujeres que leen este diario, hemos avanzado.. Han pasado 53 años sin amor y una gran cantidad de jueces de diferentes juzgados.

Resumen del avance: el primero desapareció sin cargos ni culpas. El segundo desapareció un tiempo prudencial y le queda la culpa por no pasar los alimentos. El tercero tiene la conciencia tranquila porque en la actual sociedad de consumo puede pagar los alimentos (no generalizo), pero esto le cuesta en horas de trabajo ni un minuto de su vida para dedicarla a sus hijas.

¡Ah!, se me olvidaba: tres generaciones de mujeres. Mi abuela aguantó y tragó fuerte. Mi madre aguantó menos y tragó a medias. Yo no debo ni quiero aguantar ni tragar por poder económico o sexual.

A pesar de todo..., me solidarizo con cualquier hombre del universo que esté dispuesto a dar amor a sus hijos. Hasta aquí, hombres y mujeres llegamos juntos y pienso que podemos seguir juntos (pero no revueltos) en la búsqueda interminable de nuevas alternativas para sembrar amor a la humanidad.- Rita Panuncio.

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