La Junta de Moncloa deniega la apertura a la terraza El Cielo, de Aravaca

El concejal responsable del distrito de Moncloa, Ricardo Peidró, del PP, anunció ayer que hoy, martes, denegará el permiso de apertura de la macroterraza El Cielo, que se inauguró el jueves pasado en Aravaca sin contar con ningún tipo de licencia municipal. Las instalaciones, con capacidad para 5.000 personas, se encuentran muy cerca de una zona residencial, cuyos habitantes se oponen tajantemente a la apertura.

Los más extremistas han amenazado con llevar a cabo otras medidas de presión que podrían enfrentar a vecinos y a promotores, ya que aunque Peidró ha anunciado que procederá al cierre y al precintado de las instalaciones, los promotores piensan seguir adelante con la empresa y agotar todos los recursos judiciales para permanecer abiertos durante el verano. El cierre efectivo, que sólo se lograría con una orden judicial, "retrasaría en al menos dos meses el cese de la actividad", coinciden en decir las partes implicadas. Peidró pidió a los vecinos que se apartara la violencia y que las actuaciones "fueran pacíficas".El gerente del velador El Cielo, Héctor Zampaglione, dijo que aceptan todas las responsabilidades para seguir adelante con el proyecto y asegura que los permisos estaban en trámite.

Aunque los promotores de El Cielo de Madrid no quisieron matizar la cantidad invertida en la instalación de las carpas, se han gastado unos 50 millones de pesetas. Diez millones se han pagado al Club Deportivo de Aravaca para que juegue los partidos de fútbol en otro lugar (las instalaciones se encuentran sobre este campo de fútbol) y 12 millones se han destinado a contratar a una empresa de seguridad. A todo ello hay que sumar el alquiler de los 6.500 metros cuadrados en donde se ubica, que pertenecen a la familia Oriol.

El canto de los grillos

Los promotores argumentan que se está jugando con el empleo de 100 personas. Se ha descartado la posibilidad de ofrecer espectáculos musicales en vivo y tan sólo habrá música ambiental, "para que se pueda conversar". Según éstos, durante los días que ha estado abierto el centro se ha procedido a mediciones para determinar el nivel de ruidos en la zona residencial. "Los técnicos no percibían los decibelios del ruido de la terraza porque el canto de los grillos era mayor", aseguran. Los representantes de los vecinos reconocen la ausencia de ruidos, pero temen que en el futuro el volumen de los equipos pueda variar.Los vecinos se oponen al proyecto, entre otras cosas, por el peligro de las visitas de los cacos y porque el jueves, día que El Cielo de Madrid abrió sus puertas, "los vehículos ocupaban parte de la vía". La apertura se ha realizado sin los consiguientes permisos municipales, según el concejal del PSOE en el distrito de Moncloa, Joaquín García Pontes, y acusa a la junta de haber permitido la apertura ilegalmente. Además, dice que los promotores carecen de "un estudio sobre seguridad y evacuación".