Ybarra dice que no hay aproximación con otros bancos y que no seguirá los contactos con Conde

ANDREU MISSÉ ENVIADO ESPECIAL, "No hay aproximación con Banesto ni con otros bancos". El presidente del BBV, Emilio Ybarra, fue categórico al rechazar que existiese cualquier negociación para alcanzar acuerdos con otras entidades financieras. Ybarra, que ayer asistió a la inauguración de la nueva sede en Bruselas de Gesbanque, filial del BBV, acompañado por el vicepresidente Alfredo Sáenz, anunció el inicio de una nueva etapa para la configuración de un nuevo banco, y que persigue la mejora de la calidad y entrar en nuevos mercados y sectores geográficos. Propuso también un nuevo contrato social de la banca con los poderes públicos.

Ybarra admitió que ante las noticias que se habían producido en los últimos meses en el sector financiero -refiriéndose a la fusión Hispano-Central-, se había acrecentado el cambio de impresiones entre los banqueros."Yo mismo", dijo Ybarra, "he tenido que acrecentar mis contactos. He hablado con muchos presidentes entre ellos, con Mario Conde., Pero lo que tengo que decir es que no existe ninguna aproximacion ni con Banesto ni con otro banco". A preguntas de los periodistas sobre las conversaciones con el presidente de Banesto, Mario Conde, Ybarra puntualizó "hemos tenido estas conversaciones. Hemos estudiado la situación. Pero no hemos considerado el seguirlas".

El presidente del BBV fue más rotundo al marcar distancias, cuando habló de conceptos y modelos de banca que cuando hablaba de personas y entidades en concreto. "Hay que hacer un banco realidad y no un banco imagen. Lo importante es la solidez". Queremos, repitió, "un banco de verdad y no un banco imagen", lo que se interpretó como un claro mensaje para mostrar su interés en distanciarse de Banesto.

Deterioro del margen

Su diagnóstico sobre el panorama bancario mundial es que es preciso una reconversión bancaria para corregir el exceso de capacidad de gestión. En su opinión, este exceso de capacidad tambien se produce en España en donde se ha registrado un gran deterioro de los márgenes. La solución la ve en otros negocios y en las fusiones. "En la teoría de las fusiones nosotros fuimos los primeros por lo que ya tenemos experiencia para ver las cosas con serenidad", reseñó.

Emilio Ybarra propuso un nuevo contrato social de la banca con los poderes públicos. Dijo que España. va a sufrir un cambio muy importante. "La banca ha sido una banca protegida y a cambio de ésto ha estado penalizada con unos coeficientes. Vamos a pasar ahora una liberalización total y también habrá que replantear todas las cuestiones incluidos los coeficientes. Serán unas relaciones distintas, lo cual no quiere decir que no sean unas relaciones de colaboración", aseguró.

Ybarra admitió que, cuando se planteó la fusión hace tres años, los proyectos internacionales eran mucho más ambiciosos que ahora. En las circunstancias actuales se ha replanteado la política de expansión internacional con criterios mucho más moderados. Señaló que eso forma parte de una corriente internacional y citó el caso del Barclays Bank, que ha decidido retirarse de Estados Unidos, y el del Deutsche Bank, que ha moderado sustancialmente sus ímpetus expansionistas.

Respecto a la fusión de las empresas Iberduero e Hidrola, insistió en que era necesario llegar a un acuerdo con la Administración y añadió que permanecerán en Sevillana por el momento. Al fin y al cabo la Administración es de todos, no sólo la del sector público. Preguntado sobre si el banco había pagado 82 millones de pesetas a la sociedad Filesa, y cuyos fondos habrían sido empleados para la financiación del PSOE, Ybarra reconoció que se habían recibido los informes, que se habían pagado las citadas cantidades y que esta cuestión no arectaba para nada al consejero José Recio. Pero manifestó que había pedido un informe para conocer lo ocurrido con detalle y admitió que le preocupaba que estos fondos hubieran podido ,emplearse para la financiación de un partido.

El BBV, que ya ha recibido la autorización para instalar una oficina operativa en Bruselas y que espera poner en marcha el próximo mes de septiembre, cuenta con Gesbanque con el arma para los nuevos productos financieros en Europa. Tiene un balance de 58.000 millones de pesetas, una plantilla de 212 empleados y 32 oficinas.