España propone a la OTAN que la base de Rota sustituya a Gibraltar en el control del Estrecho
España ha propuesto a la OTAN la asunción por sus Fuerzas Armadas del control del estrecho de Gibraltar, que ahora corresponde en exclusiva a la base británica del Peñón en los planes aliados. Para salvar el principal obstáculo a este objetivo, la carencia de sistemas de comunicación tan avanzados como los que tiene el Reino Unido en el Peñón, el Ministerio de Defensa estudia, a iniciativa de su anterior titular, Narcís Serra, la instalación de un gran centro de mando, control y comunicaciones en la base de Rota.
La existencia en la colonia británica de un mando de la OTAN (Gibmed), al que España no reconoce, está dificultando seriamente las negociaciones con la Alianza para fijar la contribución militar española. Dicha contribución será analizada a partir de mañana en Bruselas por los ministros de Defensa aliados, que darán el visto bueno a los acuerdos de coordinación entre España y la OTAN sobre defensa del territorio nacional y operaciones en el Mediterráneo Occidental.Tras la entrada en vigor de estos acuerdos, sólo faltarán, para completar la contribución militar española, el referido al control del Estrecho y el de utilización del territorio español como zona de retaguardia y llegada de refuerzos. Ya hay un borrador del acuerdo sobre Gibraltar, pero éste ha tropezado con la reservas del Reino Unido, que se opone tanto a la pérdida de competencias por el Gibmed como a la asunción por la autoridad territorial española del control de las aguas costeras'" del Peñón.
España y el Reino Unido mantienen un contencioso derivado del de Gibraltar, en torno a la existencia de aguas jurisdiccionales de la colonia británica y el borrador, en opinión de Londre, favorece las tesis españolas al atribuir a España el control militar de las aguas inmediatas a la costa. Aunque España es más proclive al documento, también plantea algunas objeciones, por considerar que contiene "zonas grises" que pueden entenderse como un reconocimiento implícito del mando del Peñón. España no puede exigir la desaparición del Gibmed, ya que nuestro país está fuera de la estructura de mandos de la OTAN, pero su objetivo es "vaciarlo de contenido", de forma que las competencias que tiene sobre el control del Estrecho pasen a las Fuerzas Armadas españolas. La OTAN cuenta con un plan secreto para la defensa del Estrecho, anterior al ingreso español en la Alianza, denominado `Just effórt" (justo esfuerzo), que ignora la existencia de España y atribuye la máxima responsabilidad a la base británica. El propósito español es que el futuro plan operativo, que debe elaborarse tras el acuerdo sobre el Estrecho, delegue esta responsabilidad en España y prescinda de Gibraltar.
El Peñón, "encajonado"
En favor de sus tesis, España argumenta que la base del Peñón está "encajonada", que el Estrecho se defiende menor desde sus accesos: principalmente desde Rota, pero tambien desde Cartagena o las Baleares. El talón de Aquiles de esta pretensión es que las Fuerzas Armadas españolas carecen de los medios que aporta el Reino Unido para el control del Estrecho. "Nosotros ofrecemos un seiscientos cuando ellos tienen ya un Mercedes", explica una fuente militar española.El principal déficit español está en el terreno de las comunicaciones. La base británica cuenta con un complejo sistema de comunicaciones, a disposición de la OTAN, que actúa como enlace entre los dos mandos aliados con jurisdicción en la zona: el submando para Europa Meridional (AFSOUTH)., ubicado en Nápoles (Italia), con autoridad sobre el Mediterráneo, y el mando, aliado del Atlántico con sede en Norfolk (Virginia)
El actual vicepresidente y anterior ministro de Defensa, Narcís Serra, encargo un estudio sobre la instalación en la base aeronaval de Rota (Cádiz) de un gran centro de comunicaciones, destinado a sustituir en el futuro al de la base británica del Peñón, según fuentes conocedoras del mismo. En medios de Defensa se asegura, no obstante, que no hay todavía dotación presupuestaria para la construcción de este centro, que sería "costosísimo".
El Gobierno español ha prometido a la OTAN no utiIizar el contencioso de Gibraltar para obstaculizar su cooperacíón, pero tampoco quiere que sus acuerdos con la Alianza hipotequen esta reivindicación territorial. Madrid ha sugerido la inclusión en el acuerdo sobre el Estrecho de una reserva en la que se deje constancia de su posición, pero la OTAN rechaza esta posibilidad, argumentando que se trata de un documento militar.
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