Todos en capilla

Nada que hacer. Apagados los ecos de la musiquilla de campaña y cumplido el postrer baño de abrazos a señoras y besos a bebés, las cartas están sobre la mesa. Siete hombres y una mujer se disponen hoy a disfrutar su primer día libre en un mes plagado de fiestas en el calendario de Madrid. Son los candidatos a alcalde o presidente de la Comunidad por los cuatro partidos más votados. Hoy se confiesan tranquilos y satisfechos. Mañana por la noche los rigores del escrutinio abrirán la oreja a oreja o borrarán de un plumazo las sonrisas dentífricas que exhiben todos desde los carteles electorales.

"Dormiiiir". José María Álvarez del Manzano tarda una décima de segundo en responder cuando se le pregunta lo que piensa hacer hoy, jornada de reflexión. Después de su ración extra de sueño, el candidato a suceder a Agustín Rodríguez Sahagún por el Partido Popular jugará una partida de tenis, comerá con su familia y, a eso de las ocho de la tarde, se acercará a misa con la Hermandad de la Virgen del Rocío. No especifica si pedirá a la Blanca Paloma una mayoría desahogada para gobernar la ciudad.Después de dos semanas de no pasar por casa nada más que para dormir cinco o seis horas al día, el alcaldable popular quiere atracarse hoy de escuchar zarzuela y consolar con algún guiso casero el castigado estómago que ha soportado 15 días de comidas y cenas con militantes, periodistas o empresarios. A pesar de tanto condumio, Álvarez del Manzano ha comprobado con regocijo que todo el mundo le encuentra más delgado en persona. "Y es que a mí la tele y las fotos me engordan varios kilos", comenta resignado el candidato.

"No hay que hacerse el mártir". "Yo no necesito paños calientes ni curas de sueño. Madrugaré, iré a remar al Retiro y, por la noche, haré mi habitual ronda de copeo". Quien así se expresa es Francisco Herrera, aspirante a alcalde de Madrid por Izquierda Unida, que lleva sobre sus 80,5 kilos de peso -"los mismitos que al empezar la campaña"- 15 días ininterrumpidos de mítines y actos públicos, a los que se ha desplazado casi siempre en taxi.

'El 26'

"Quien se agota en campaña es que no está acostumbrado a trabajar de firme y a estar todo el día en danza. Yo, por suerte o por desgracia, sé lo que es eso", dice Herrera, que afirma esperar "el 26" con la tranquilidad que le da la certeza de doblar el número de concejales en la Casa de la Villa".Pretty woman o La hoguera de las vanidades son las dos películas que Joaquín Leguina, aspirante a renovar su mandato como presidente de la Comunidad de Madrid, tiene previsto acudir a ver esta tarde. El presidente, que luce un llamativo moreno de mitin -según él mismo califica el color de su rostro, cuello y muñecas- comenta que ésta ha sido, uná campaña diferente: "Además de los mítines y paseíllos habituales, los encuentros con empresarios o investigadores me han obligado a ponerme al día y a tener la cabeza despierta en todo momento", confiesa.

Para despejarse de la campaña, Isabel Vilallonga, -esta vez encabezando la papeleta sepia de las candidaturas a la Asamblea de Madrid- tiene el propósito de aprovechar la mañana de hoy para acercarse en bicicleta a la Casa de Campo, donde a mediodía ofrecerá una comida a los periodistas que la han seguido durante la campana electoral.

"Por la tarde saldré con algún amigo, cosa que no hago desde hace dos meses", dice Vilallonga. La candidata a presidenta de la comunidad dice que se ha recorrido los 179 pueblos de Madrid desde que inició la precampaña y tampoco, "por desgracia", se ha dejado ningún kilo en el camino. "Yo como bien durante la campaña, porque, si no, es imposible aguantar el ritmo", alega Vilallonga, que acudió a todos los actos electorales en un vehículo de su grupo político. "Pero que conste que yo no tengo coche, y en mi vida particular utilizo los transportes públicos", se apresura a matizar.

Del agobio de Madrid piensa escaparse hoy Juan Barranco, candidato del PSOE a la alcaldía. "Me iré al campo a ver si se me quita esta voz de hombre grande que me ha dejado la campaña", dice el ex alcalde refieréndose a su ronquera. Tres mítines diarios no le han quitado el apuro de hablar en público, pero sí han obligado a Barranco a perderse verbenas y corridas de toros. "Es el primer año que me pierdo las fiestas de San Isidro", se lamenta el candidato.

Quinta campaña

Alberto Ruiz Gallardón culminó anoche, primero en Móstoles y luego en la plaza Mayor de Madrid, su quinta campaña electoral como candidato. "Me lo paso estupendamente viendo las caras de la gente y charlando con ella", decía el miércoles el aspirante más joven a sentarse en el despacho presidencial de la Puerta del Sol desde el teléfono del autocar del Partido Popular que le llevaba a Fuenlabrada. Ruiz Gallardón está agradecido a sus colaboradores de campaña: "Me han dejado dormir siete horas diarias en casa", explica. El popular tiene previsto pasar un día tranquilo con su familia -esposa y cuatro niños- y salir a cenar con un grupo de amigos por la noche. "Un sábado cualquiera", dice con cierto deje de añoranza el cabeza de lista.A José Rarrión Lasuén se le ha hecho corta la campaña. "Me hubiera hecho falta una semanita más. Justo cuando los demás iban para abajo y yo me encontraba más a gusto, va y se acaba", se lamenta el candidato a la alcaldía del Centro Democrático y Social, que se estrena como aspirante en la capital.

No admite, sin embargo, Lasuén haber tenido oportunidad de conocer más a fondo la ciudad que aspira a regir con el trote de la campana. "Madrid me lo conozco yo mejor que ningún otro de los aspirantes", afirma Lasuén, empadronado en San Sebastián de los Reyes, mientras delega en su esposa la eleción de su agenda de la jornada de reflexión. "Haré lo que le apetezca a mi mujer, como siempre, y ahora con más motivo, porque llevo 15 días sin verla", reconoce este candidato, que afirma tener que recurrir a los batidos hipocalóricos para no engordar desde que dejó de fumar, hace dos meses.

El que sí reconoce haber perdido algún kilo es su compañero de partido y aspirante a la presidencia de la comunidad Carlos Revilla. El candidato de la melena blanca está algo ronco y es el único que admite que dedicará un tiempo de la jornada de hoy a reunirse con sus companeros de candidatura para "reflexionar en grupo sobre el día "D". Mañana, las urnas dirán.