Una publicacion presidida por Guerra admite por vez primera 'cinco sensibilidades' en el PSOE

Un artículo publicado en la revista socialista Sistema, promovida por una fundación que preside el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, admite por vez primera, la existencia de cinco tendencias en el partido. Estas tendencias son: El aparato tradicional del partido, al que denomina sector reformista; el grupo capitaneado por el ministro de Economía, Carlos Solchaga, al que califica de sector económico racionalista; el grupo encabezado por el ministro de Educación, Javier Solana, y el ex ministro José María Maravall al que denomina sector demócrata radical.

Las otras dos tendencias son Izquierda Socialista y el grupo constituido en torno al Programa 2000, al que denomina renovador.El artículo de la revista -que se difundirá el lunes, pero ya circula en medios socialistas- hna sido redactado por Manuel Escudero, coordinador del Programa 2000 y próximo a Alfonso Guerra. En él apunta que antes del 32º Congreso del PSOE se popularizó la idea de las sensibilidades en el partido y éstas planearon sobre los criterlos de composición de la nueva dirección y en la remodelación del Gobierno.

La toma de posición de Escudero coincide con algunos movimientos en la dirección del partido, destinados a reconocer las tendencias. En esa línea se sitúa a dirigentes del PSOE como José Félix Tezanos, distanciados en sus movimientos del 'núcleo duro' del aparato, en el que se sitúa a Guillermo Galeote o Francisco Fernández Marugán. En estos movimientos no han faltado contactos con otras tendencias para tratar de canalizar el debate interno a través de alguna fundación socialista. La actitud de Guerra al respecto es escéptica.

La visión sobre las cinco sensibilidades" es la siguiente:

Sector reformista: Aparato del partido, surgido en el Congreso de Suresnes. De él dice que "fue y sigue siendo la espina dorsal del socialismo español". Dice también que "ha dotado al partido de un alto grado de flexibilidad antidogmática y de adaptabilidad ante circunstanclas cambiantes". Sin embargo, señala a esta tendencla dos ptintos débiles: "Una excesiva tendencia a la concentración de la toma de decisiones políticas" y sus dificultades "para reformular el proyecto socialista para España".

Sector económico racionalista: Grupo capitaneado por el ministro de Economía, Carlos Solchaga. Le admite "un input crítico frente a la Sabiduría convencional' de las recetas socialdemócratas". Asimismo, dice que "ha jugado un importante papel al hacer posible que el socialismo español lidere el proceso de modernización económica". Los puntos débiles que le señalan consisten en "dificultar las relaciones entre los sindicatos y el proyecto socialista". UGT y CC OO calificaron ayer mismo de -Intransigentes" a Carlos Solchaga y a Claudio Aranzadi y de "sensatos" a Narcís Serra y Javier Solana (Ver página 59); "poner escaso énfasis en la adecuada promoción de una base industrial nacionaV y "excesiva despreocupación por los costes de las medidas adoptadas".

Sector demócrata radical: El llamado 'clan Chamartín', que

encabezan Javier Solana, ministro de Educación, el ex ministro José María Maravall, Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid, y el vicepresidente Narcís Serra.

Dice que "sus presupuestos conectan con la profundización radical del liberalismo político como base del socialismo de democrático". Tras apuntar que inserta sus raíces en el espíritu ilustrado del siglo XIX, señala que ha aportado "una compensación de corte liberal radical a los puntos débiles que, con el paso del tiempo, ha ido gene rando el sector de orientación reformista". Le critica la "con fusión apreciable entre medios y fines". "Para el liberalismo radical el enriquecimiento de la democracia es un Fin en sí mismo; para el socialismo democrático la lucha contra las dominaciones es el fin".

Sector Izquierda Socialista: Es la única corriente reconocida. Le atribuye "una orientación bastante diferenciada, aportando una visión parcialmente anclada en el rnarxismo".

Sector renovador: El núcleo del Programa 2000. Dice que ha hecho posible la completa homologación filosófica del socialismo hispano con el socialismo europeo", después de décadas de aislamiento y la apertura a los nuevos movimientos sociales". Asume que peligra de un teoricismo, que "contrasta con el rigor de otras propuestas" de sectores como el reformista o el económico racionalista".