Bajo el volcán

22.00 / Canal +Under the volcano, 1984 (110 minutos). Director: John Huston. Producción: Moritz Borman y Wieland Schultz-Keil. Guión: Guy Gallo, sobre la novela del mismo título de Malcolm Lowry. Intérpretes: Albert Finney, Jacqueline Bisset, Anthony Andrews, Katy Jurado, Ignacio López Tarso. Drama.Esta película, una adaptación de la gran novela de Malcolm Lowry, había de ser necesariamente polémica. Varios intentaron llevarla a cabo, como Joseph Losey, que estuvo a un paso de su consumación. Y un guión de Guillermo Cabrera Infante tuvo que quedar lamentablemente en la cuneta. Y llegó Huston, un Huston septuagenario pero vital, y la realizó. Tuvo muchos detractores; muchos puristas de la letra echaron pestes.

Pero la película es, se mire como se mire, puramente hustoniana; una película donde se reconocen personajes, situaciones, miserias, atmósfera y tema. Y es que Huston halló en el personaje del cónsul, el personaje principal, una criatura de su cantera, ese hombre que ha escogido el infierno como residencia y el alcohol como carburante metafísico. Un personaje que tierne mucho que ver con el particular mundo del cineasta, con la fauna que habita sus películas.

Este mundo de Huston, tan intransferible, además de envolver al personaje central, atormentado y alcoholizado pero reflexivo Y lúcido, lo hallamos en el paisaje moral y anímico de Cuernavaca, al pie del Popocatepetl, y en su colorismo, vegetación y clima, admirablemente creados y recreados por la cámara veterana de Gabriel Figueroa, 20 años después de otra antológica colaboración de Huston, La noche de la iguana, con todos los recios aromas de Tennesse Williams marcando las pautas.

Es, pues, todo este particular cosmos de personajes y geografías, de complejidades psicológicas y filosofía de la mezcla lo que da a Bajo el volcán entidad hustoniana. Y como tal, trufada la película de buenos momentos de cine, ya desde el principo en la escena de la celebración del Día de los Difuntos. con ese primer plano del protagonista reflejando muertos en sus lentes. Todo el sentido de la obra insertado en un plano.