La huelga de Campsa deja desabastecidas las gasolineras no incluidas en servicios mínimos

Las gasolineras no incluidas en los servicios mínimos de la huelga de Campsa empezaron ayer a quedar desabastecidas y a colgar los carteles "de no hay super", "no hay gasóleo". La patronal de estaciones de servicio asegura que hoy-último día de paro en esta semana- la falta de combustible afectará al 100% de las gasolineras excluidas de la lista de mínimos. Hoy la conflictividad laboral se extiende a Renfe debido al paro del sindicato de maquinistas SEMAF y sólo funcionará el 50% de los trenes de cercanías de 6 a 9 y de las 18 a las 21 horas y el 10% de largo recorrido.

La dirección de Campsa asegura, por su parte, que no habrá problemas de abastecimiento dado que se está suministrando carburante a las 488 gasolineras incluidas en los servicios mínimos y se está intentando llevar combustible a algunas más, aunque no dispone de cifras concretas.Esa información no coincide con la facilitada por la patronal de las gasolineras de Madrid, que prevé para hoy un desabastecimiento en el 100% de las estaciones no incluidas en la relación acordada por la compañía. En un comunicado, la asociación de empresarios hacía ayer pública su queja por cómo ha establecido Campsa los servicios mínimos. A su juicio se ha hecho "de forma arbitraria" y son los empresarios quienes están pagando las consecuencias de una huelga totalmente ajena". Por esa causa han enviado un escrito a los responsables de la empresa de energía con sus protestas.

La compañía Iberia también sufrió ayer los efectos del conflicto de Campsa y, pese a que no hubo paros en la compañía aérea, tuvo que cancelar por falta de combustible 23 vuelos nacionales. La empresa Aviaco no suspendió en la jornada de ayer ningún vuelo.

Para hoy, la dirección de Iberia no tiene ninguna previsión y anulará vuelos según los efectos que, tenga el paro de Campsa, cuyos servicios mínimos garantizan el suministro de combustible a los aviones que cubren líneas internacionales e interinsulares.

La huelga en Campsa se prolongará hasta esta noche y tanto la dirección como los sindicatos aseguran que es a la otra parte a la que corresponde reanudar las negociaciones sobre el futuro de la plantilla y de esta forma poder desconvocar la huelga. El comité pide garantías de empleo para los 4.282 trabajadores ante la Próxima segregación de la empresa y un aumento salarial dos puntos superior a la inflación.

Dos conflictos laborales más tuvieron lugar ayer. El de Ensidesa, a causa del bloqueo del convenio, provocó la paralización de la producción según fuentes empresariales y sindicales. El personal laboral del Ministerio de Educación reclamó la equiparación salarial con otros ministerios en una manifestación ante la sede del departamento, en la madrile5a calle de Alcalá.

Paro en Coches-cama

En Renfe se incrementan los conflictos previstos y ayer el personal de Coches-cama convocó huelgas para los días 2, 3, 4, 17, 18 y 19 de junio en protesta por la oferta de la empresa en el convenio, consistente en un incremento del 5% a cuenta. Hoy serán los maquinistas de Renfe los que pararán también a causa de discrepancias en su convenio y se han previsto unos servicios mínimos con el 10% de los trenes de largo recorrido y el 50% de cercanías entre las 6 y las 9 de la mañana y desde las 18 hasta las 21 horas. Los mismos trenes funcionarán en las huelgas fijadas para el viernes y el domingo.Los trabajadores de estas empresas, junto a los que tienen conflictos similares, participarán en las manifestaciones convocadas por UGT y CC 00 para el viernes a las 11 de la mañana en Madrid. Los asalariados de educación, química, energía y transporte partirán de la calle Alcalá; los de metal y banca privada, de la plaza de Canalejas; y los de Telefónica de la glorieta de Bilbao. Todos ellos se unirán en torno a las 12 horas ante la sede del Ministerio de Economía, en Alcalá 5.

El secretario general de la patronal CEOE. Juan Jiménez Aguilar, acusó ayer a UGT y CC OO de utilizar la estrategia de unir las huelgas en los servicios públicos para "producir el mayor daño posible a la economía, porque las reivindicaciones no guardan ninguna relación con el daño que se produce a los ciudadanos y al sistema productivo".