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GENTE

Robert de Niro

En Cannes y en todas partes

Como gánster en Uno de los nuestros o como enfermo mental en Despertares, Robert de Niro está en todas partes. Su última interpretación es en Guilty by suspicion, de Irving Winckler, en el papel de David Merrill, un cineasta ficticio de la famosa lista negra de Hollywood que en los años cincuenta condenaba a todos los comunistas del mundo del espectáculo. La culpa de Merrill era el haber participado durante 12 años en un par de reuniones de un movimiento izquierdista. "Existen fotos de aquellos encuentros", explica el actor."El mismo presidente Reagan, cuando era sólo un cowboy cómico, ha declarado su colaboración con dicha comisión. Yo tenía ocho años en la época del macartismo, y me dejó profundamente marcado. El mercado era claro: si uno confesaba ciertos nombres, podía continuar trabajando. Muchos de aquellos artistas perdieron sus puestos. Otros eligieron el exilio".En un inicio, el personaje que De Niro encarna debía ser comunista. Una especie de héroe inscrito en las listas negras, que se expatria y se dirige a París. Pero Winckler, que ha decidido dirigir personalmente la obra, lo ha transformado en un individuo políticamente ingenuo, casi indiferente. "Mis modelos de inspiración, físicamente, han sido estereotipos de Hollywood, como John Garfield y John Huston. Hemos estudiado a fondo sus retratos", admite el actor, que se ha presentado en Cannes con los cabellos rubios lisos y largos hasta la nuca. Sin embargo, en el filme, De Niro conserva el look de la época, unos rizos negros elegantes que lo asemejan a un intelectual de los años cincuenta.. O a uno de aquellos divos de entonces. O al cineasta John Berry, que prefirió el exilio, y en el cual, en parte, se ha inspirado el personaje de esta película.

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Apasionado por interpretar papeles de mafiosos, criminales y excéntricos, De Niro no ha dejado escapar esta ocasión. Según el actor, Guilty by suspicion es una historia muy simple y directa que permite narrar cómo uno se destruye con la vida cotidiana: "Momento a momento, detalle tras detalle. El teléfono que deja, de sonar, y algunos de los amigos que ya no te miran más". La lista negra de aquel Hollywood devastado ha sido ya tratada en otros filmes del pasado: The front, en 1976, y Fear of trial, en, 1975, considerado el más fiel a la realidad de aquella época.

"Entre los delatores de aquel periodo", continúa, "se puede mencionar a Elia Kazan, Gary Cooper, Robert Taylor, Humphrey Bogart, Robert Montgomery... Y entre los que abandonaron el país por la imposibilidad de trabajo estaban Dalton Trumbo y Joseph Losey. Pero lo más impresionante fue que aquella dramática caza de brujas enriqueció políticamente a algunos personajes públicos, como fue el caso de Nixon".

En cuanto a su relación con el director, De Niro explica: "Lo conozco desde hace muchos años. Pero no lo había vuelto a ver desde Uno de los nuestros, del cual fue productor. Es una persona sensata, que escucha a quienes le rodean". De Niro no es una presencia ajena al festival. Ha tomado parte en él con dos obras anteriores: Taxi driver y La misión, ganadoras de la Palma de Oro en 1976 y en 1986, respectivamente.

Actualmente, este actor, que ha fundado la compañía cinematográfica llamada Tribeca Film Center, un centro neoyorquino de energía creadora y artística, se dispone a participar en otro ambicioso proyecto sobre Hollywood. que realizará con Martin Scorsese: "Creo que en éste seré el director. O quiza el actor protagonista. O no lo sé. Quizá el guionista. O quizá el productor. La verdad es que no lo he decidido aún".

Más información en la página 29

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