Maradona

El futbolista argentino Diego Armando Maradona, de 30 años, quedó en libertad en la madrugada de ayer, domingo [cinco de la mañana en España], tras pagar una fianza de 20.000 dólares (algo más de dos millones de pesetas), pero tendrá que afrontar la acusación por "suministro de droga a título gratuito y tenencia de droga".El ex seleccionador nacional argentino de fútbol Carlos Bilardo acompañó a Maradona en el momento de su liberación después de que el astro pasase unas 30 horas detenido en las dependencias de la policía antidroga. Maradona abandonó las celdas de los tribunales de Buenos Aires sin hacer declaraciones y de forma casi inadvertida por los periodistas que habían hecho guardia en el lugar durante todo el sábado.

El primero en hacer declaraciones fue el fiscal Roberto Amallo, que explicó que el sumario ha sido calificado como "suministro de droga a título gratuito y tenencia de droga". En contra de esta declaración del fiscal, el apoderado de Maradona, Mario Franchi, declaró a los periodistas que el procesamiento era por "consumo de droga". Esta diferencia tiene importancia, porque de ella depende la pena prevista en la ley de estupefacientes. La ley prevé penas de cuatro a 15 años para los que trafican con droga "a título oneroso", pero "si lo fuese a título gratuito, se aplicará reclusión o prisión de tres a 12 años". La misma ley condena la simple tenencia, de droga con penas de uno a seis anos, pero "la pena será de un mes a dos años de prisión cuando, por su escasa cantidad y demás circunstancias, sugiere inequívocamente que la tenencia es para uso personal".

Los otros dos detenidos con Maradona en la tarde del viernes -Ricardo Ayala y Jorge Pérez- quedaron también libres tras pagar fianzas de 15.000 dólares. El apoderado de Maradona, Franchi, declaró que los dos hombres eran amigos del futbolista.

Por primera vez, Franchi admitió la posibilidad de que Maradona sea un drogadicto, "no puedo ser necio y tengo que admitir que hay algo raro". Hasta ahora, todos los que le rodeaban negaban siempre de forma categórica que consumiese droga. Franchi fue quien facilitó algunos detalles de su encuentro con Maradona en el interior del edificio de los tribunales poco antes de ser puesto en libertad. Explicó Franchi: "Cuando me vio, nos abrazamos, y me dijo ,¡gracias, cabezón!'. Les juro que vi a otro Maradona. Lo vi como hace mucho que no lo veía. Lo vi más grande, como cuando jugaba años atrás. Hoy ha nacido un nuevo Maradona".

Según Franchi, "los hombres también lloran", y argumenta que Maradona "no estaba enfermo, sino que le agobiaban los problemas". Algunas informaciones de la prensa dominical de Buenos Aires dicen que Maradona había desaparecido tres días antes de su casa, antes de que la policía lo encontrase en el apartamento del barrio de Caballito. En la noche que pasó encarcelado, Maradona sufrió un ataque de nervios y se puso a gritar: "Me quiero morir, me quiero morir. Ya no aguanto más, por Dios". Para que no decaiga la mitología en torno al ídolo, un periódico difundió que desde su celda encargó la compra de 500 sandwiches para todos los detenidos.

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