Detenida una familia acusada de corromper a minusválidos

Seis miembros de una familia fueron detenidos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía de San Sebastián de los Reyes entre la tarde del pasado jueves y la mañana del viernes en una vivienda de la calle de Sacramento, número 40, por presunta corrupción y posterior chantaje a siete minusválidos psíquicos, cuatro hombres y tres mujeres, a los que grababan en vídeo durante las relaciones sexuales que les procuraban.Entre los detenidos se encuentran Antonio Tenajas Altares, de 55 años; su compañera, Ángeles Martínez Moya, de 41; José Bieur Cañeque, de 19, y José Martínez Menéndez, de 81, padre de Ángeles, así como dos hijos menores de Antonio.

Los detenidos facilitaban supuestamente relaciones sexuales a disminuidos psíquicos que trabajaban en los talleres de la Asociación de Padres de Disminuidos de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes (Apadis). Las relaciones se mantenían con individuos citados previamente e incluso con los miembros de la familia. Los disminuidos, ninguno de los cuales padece el síndrome de Down, pagaban 10.000 pesetas por estas relaciones, según la versión policial.

Sin embargo, según informaciones de fuentes cercanas a los afectados, las relaciones sexuales eran grabadas en vídeo y con ellas los detenidos chantajeaban a los siete disminuidos implicados, con edades entre los 22 y los 30 años, amenazándoles con enseñar las grabaciones a sus familias. Según estas fuentes, los detenidos exigían a sus víctimas 10.000 pesetas diarias y que se prostituyeran, a cambio siempre de no mostrar las imágenes.

Un millón al mes

Mediante estas prácticas, la familia obtenía unos ingresos aproximados de un millón de pesetas mensualmente.El caso se descubrió cuando uno de los padres de los afectados, miembro de Apadis, encontró a su hijo robándole dinero. Inmediatamente lo puso en conocimiento del presidente de la asociación, Sebastián Martínez, quien presentó denuncia contra "desconocidos" después de haber hablado con el joven en la comisaría de la localidad.

Algunos de los jóvenes utilizados por los proxenetas habían sido con anterioridad expulsados de los talleres de Apadis, debido a que los responsables se habían dado cuenta de que se quedaban con dinero del taller, e incluso habían pedido dinero a otros compañeros de trabajo para hacer frente al presunto chantaje.