Mercè Sala

GENTEMercé Sala Scnorkwoski, presidenta desde ayer de la compañía Renfe, de 47 años, casada y con dos hijos, llevaba más de una década al frente de las empresas municipales de transporte colectivo -metro y autobuses- de Barcelona, desde donde ha aplicado una decidida política de modernización y de contención del déficit. Desde 1987 presidía también la Entidad Metropolitana del Transporte (EMT), organismo de carácter local que planifica y gestiona la prestación de este servicio en el ámbito de 17 municipios del entorno de Barcelona.Su experiencia en este campo ha hecho que su nombre sonara a partir de 1986, en más de una ocasión, como posible candidata a ocupar la cartera ministerial de Transportes en las sucesivas crisis de Gobierno que se han producido desde entonces.

A lo largo de estos 11 años se ha ganado fama de gestora eficaz, y a la vez, de persona tenaz y de duro carácter. Este último rasgo de su personalidad -que ella misma relativiza, pero dentro del cual confiesa encontrarse cómoda- ha sido puesto a prueba más de una vez con motivo de los conflictos laborales que periódicamente han sacudido a las compañías de transporte municipales.

En la mesa de negociación, los sindicatos han encontrado en ella a un interlocutor inflexible, que confiesa haberse desprendido -merced a su corta experiencia como sindicalista- de una cierta "idea caritativa e idealista de los trabajadores".

Mercè Sala Scnorkwoski, de madre de origen polaco, se define a sí misma como una persona racional y pragmática, y atribuye la imagen de dureza que transmite a su tendencia naturala "decir las cosas claras". Este carácter le ha valido ser popularmente conocida como la dama de hierro catalana, calificativo que ella rechaza tajantemente por considerarlo una demostración de machismo de quien lo suscribe: "Eso se lo dicen a todas las mujeres que están en política", ha comentado más de una vez.

Licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad de Bilbao -sus actividades políticas le valieron ser expulsada de la Universidad de Barcelona en 1965-, inició su carrera profesional en el sector privado, trabajando durante ocho años en el departamento de análisis financieros del Banco Industrial de Cataluña, perteneciente al grupo Banca Catalana.

Su militancia se inició en el Front Obrer de Catalunya (FOC), partido vinculado al FLP (Frente de Liberación Popular) o Felipe, donde coincidió con el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra; el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, y el secretario general de Convergencia Democrática de Catalunya (CDC), Miquel Roca.

En 1974 ingresó en Convergència Socialista, organización que dio lugar a la creación del Partit dels Socialistes de Catalunya (Congrès) y al actual PSC-PSOE. Políticamente se define como socialdemócrata.

Desde 1979 era concejal del Ayuntamiento de Barcelona, donde, además de sus responsabilidades en materia de transportes, ha ejercido otros cargos: presidenta del distrito de Gràcia, presidenta del Patronato Municipal de la Vivienda, teniente de alcalde de Personal y Empresas, teniente de alcalde de Urbanismo, vicepresidenta primera de la extinta Corporación Metropolitana de Barcelona (CMB), presidenta del distrito Sants-Montjuïc....

La trayectoria de Mercè Sala en la Administración local se ha caracterizado por haber desempeñado principalmente responsabilidades directas de gestión, actividad en la que dice sentirse especialmente a gusto. "La política no me gusta tanto", admite.