Un informe del Ejército dice que los insumisos buscan el conflicto con la institución castrense
Un informe sobre la objeción de conciencia, elaborado en junio del pasado año por la División de Inteligencia del Estado Mayor del Ejército de Tierra, asegura que la estrategia de los insumisos pasa por "intentar implicar a las Fuerzas Armadas" en su lucha. El mismo documento, de carácter reservado, vaticina que en el futuro será menor el rechazo a cumplir la prestación social sustitutoria (PSS) -juzgada por tribunales ordinarios-, pero que irá en aumento la negativa a cumplir el servicio militar obligatorio -que corresponde juzgar a los tribunales castrenses-.
El documento sobre objeción de conciencia del Estado Mayor del Ejército, de cinco folios de extensión y redactado en un lenguaje relativamente aséptico, comienza con una somera descripción de la legislación española sobre la materia, desde la Constitución hasta la ley de Objeción de 1984 y los decretos que la desarrollan.
A continuación, recoge los datos oficiales sobre presentación de solicitudes ante el Consejo Nacional de Objeción de Conciencia (CNOC), que han pasado de 5.438 en 1986 a 13.508 en 1989, y avanza su explicación: "Puede apreciarse un incremento progresivo del número de objetores reconocidos a partir de 1986, produciéndose un importante salto en 1989 como consecuencia de las campañas llevadas a cabo por el Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC) y porque, al no estar en pleno funcionamiento la prestación social sustitutoria, es muy posible que el recurso a la objeción de conciencia sea aprovechado para eludir el servicio militar".
Estrategia del MOC
La queja del Ejército por el retraso en la puesta en marcha de la prestación sustitutoria, y la creencia de que ello ha sido una de las causas de la multiplicación del número de objetores, fue recogida el pasado año por responsables del Ministerio de Defensa, que la transmitieron privadamente a sus homólogos del departamento de Justicia, responsable de dicha prestación. Desde entonces, Justicia ha multiplicado la firma de convenios con distintas institula apliciones para posibilitar la aplicación de la PSS y ha insistido en que ningún objetor dejará de su cumplir el servicio civil por falta de plazas.
Los dos últimos apartados se refieren al Movimiento de Objetores de Conciencia (MOC) y a su estrategia. Los planteamientos del MOC son, según el documento del Ejército, la "definición antimilitarista", el "rechazo del sistema de defensa armada" y la crítica a la ley de Objeción de 1984. Su estrategia consiste en "la desobediencia civil no violenta y la insumisión", tanto a la prestación sustitutoria como a la mili. No obstante, el informe agrega que la insumisión a la PSS "no es acogida por la totalidad del MOC, ya que los insumísos deben ser juzgados por tribunales de justicia ordinarios (no por la jurisdicción militar) con lo que las causas entran en el procedimiento habitual de la Justicia, que conlleva los períodos de espera lógicos del proceso, períodos que favorecen una mayor implantación de la ley, lo que perjudicaría la estrategia del MOC, totalmente contraria a la ley". "Pero además", agrega, "esta corriente del MOC entiende que la insumisión [a la PSS] no estaría bien vista por la opinión pública al estar en la sociedad arraigada la idea de que algo hay que hacer, lo que, unido al aplazamiento del conflicto, descrito anteriormente, los medios de comunicación irían, paulatinamente, perdiendo interés por este asunto
Según el documento, el conflicto directo "pretenden conseguirlo a través de los objetores que, por diversas causas, no han sido reconocidos como tales por el CNOC, a los que se adoctrinan para que se nieguen a prestar el SMO [servicio militar obligatorio]". "También intentan conseguir la reobjeción, es decir que los objetores reconocidos por el CNOC, renuncien a su status y una vez reconocidos de útiles para el servicio se nieguen, igualmente, a prestar el SMO".
El texto concluye que "la tendencia a la objeción de la PSS se puede considerar mínima y, en consecuencia, es la insumisión al SMO la que parece ser que prevalece; con ello se intenta implicar a las Fuerzas Armadas en el problema". La insumisión a la mili comprende la no incorporación a filas, la negativa a prestar el servicio militar y la ausencia de la unidad; conductas que "pueden llegar a incurrir en los delitos de prófugo, negativa a prestar el SMO y deserción, respectivamente; presentándose los hechos ante la opinión púlica como una coacción, por parte de las FAS, a la libertad individual".
Por otra parte, el abogado del MOC José Antonio Paya pidió ayer que se considere a los insumisos presos políticos, ya que "la cuestión de fondo de la insumisión es política y no legal", informa Efe.
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