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'Ven con Papá'

Los varones separados reclaman mayor igualdad en la custodia de los hijos

Días atrás, un grupo de hombres separados se encadenó frente a los Juzgados de Familia de Barcelona. Era su manera de protestar por la discriminación que dicen sufrir en los procesos de divorcio. Sin llegar a acciones tan extremas, un creciente número de varones aspira a obtener la guardia y custodia de los hijos, actualmente concedida en porcentaje muy superior a las madres.

Pablo tiene dos hijos de dos mujeres diferentes. La niña mayor nació en 1979. Se llama Laura. No la ve desde que la pequeña cumplió cuatro meses de edad. Enzarzado desde entonces en un calvario judicial, como acredita la enorme carpeta de documentos que lleva consigo, este hombre, de profesión taxista, se muestra receloso y desconfiado de la Justicia. "No sirve para nada", señala. "Sólo para impedir que vea a mi hija". En su proceso de separación, el juez decretó que se hiciera cargo de la niña los fines de semana alternos y un día por semana.Pese a la resolución legal, continúa sin conocer el paradero de Laura. Ahora sólo confía en que cuando la cría sea mayor pueda decidir por sí misma con quién quiere vivir. Tampoco tuvo suerte Pablo con su segundo hijo, Ricardo, que nació en 1987 y al que ve casi a escondidas.

El caso está pendiente de la decisión del juez. Pero no espera que llegue una solución satisfactoria. "El juzgado puede decretar todo lo que quiera, como sucedió con mi primera mujer, pero si la madre se empeña en mantenerme alejado de mi hijo, ni leyes ni justicia ni nada de nada".

Con el mismo rasero

En similar situación se encuentra P.A.I., de 35 años de edad y padre de un chaval de siete. Tras sostener una larga batalla en los juzgados ha conseguido una ampliación en el régimen de visitas. "Mantengo una buena relación con mi hijo porque he puesto todo mi empeño en ello durante los últimos años. Si dependiera de su madre, tras la ruptura no me hubiera acercado a él".

El elevado número de varones que, tras la separación o divorcio se desentiende económica o afectivamente de los niños provoca, en opinión de uno de los impulsores de la asociación catalana que agrupa a padres separados y que protagoniza los encadenamientos y todo tipo de protestas públicas, que paguen justos por pecadores. Ramón Lafuente afirma que el número de afiliados del citado colectivo ha crecido notablemente en los últimos años, -hasta alcanzar la cifra actual de 6.000-, porque los varones se muestran cada día más dispuestos a compartir la educación de los hijos.

"Y la ley discrimina a los varones", apunta tajante. "Nosotros exigimos la igualdad. Resulta obvio que si un separado mantiene una actitud despótica con los hijos se le otorgue la custodia a la madre. Pero no somos iguales, y no se nos puede medir con el mismo rasero. Muchos hombres necesitan estar con sus hijos, verlos crecer. Y buena parte del resultado depende siempre de la actitud que adopte la madre, de si facilita o no el acercamiento. Un hijo no es como un televisor que funcione con monedas y necesites pagar para verlo".

Una queja frecuente que manifiestan los varones separados se refiere al abismo existente entre las resoluciones judiciales y su necesidad por mantenerse cerca de los hijos. Esa es una de las razones que ha llevado a los responsables del Ministerio de Asuntos Sociales a crear el reciente programa de mediación familiar.

El plan pretende que las parejas que se encuentran tramitando su separación logren un acuerdo fuera del ámbito judicial. Según cifras del director general de Protección del Menor, en España existen en la actualidad un total de 752.000 familias monoparentales, es decir, aquellas en las que los hijos conviven sólo con uno de los progenitores.

"Divorciarse" de los hijos

"Parece lógico que la mayoría de la guarda y custodia de los hijos se conceda a las mujeres. La maternidad confiere, en casi todos los casos, una mayor responsabilidad. Así es que si tuviera que decantarme por una solución definitiva, optaría porque fueran las mujeres las que siempre la obtuvieran. Ahora bien, cada vez somos más los que pensamos que el divorcio con nuestra mujer nos ha costado también el divorcio con nuestros hijos. Eso no es justo".Quien así se expresa es un abogado y periodista separado desde 1985 que prefiere no revelar su identidad. Sus dos hijas, de 15 y 11 años, viven con su madre. "Y mi ex mujer es una excelente madre. Nunca podría decir lo contrario. Pero ella no ha tenido que demostrar nada. Nos separamos y se quedó con las niñas. Las mujeres casi nunca pierden a los hijos y me parece bien. El problema radica en que yo sí he tenido que demostrar que soy un buen padre, responsable y capaz de ocuparme de ellas".

"Cuando ves a un hijo cada 15 días no puedes influir en él, y no lo digo en el sentido reaccionario de imponer tus criterios. Se trata de otra cuestión. Se trata, en definitiva, de que para que las niñas se den cuenta de como es su padre, qué tipo de vida lleva y todo eso, he debido hacer un esfuerzo increíble en el que no siempre he contado con la colaboración de su madre".

A juicio de este separado, el número de varones que aboga por una relación distinta con los hijos aumenta vertiginosamente en los últimos años. "No sé quién deberá cambiar más, si las mujeres o los hombres. Pero algo habrá que hacer para evitar el desfase que en la actualidad se vive entre las resoluciones legales y las inquietudes personales de los padres".

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