Cierre de las emisoras de televisión y radio no gubernamentales

Sólo la televisión Independiente, Studio B, transmitía las Imágenes de los encuentros violentos, mientras la televisión oficial dirigida por Mitevic llamaba "vándalos y terroristas" a los manifestantes. Por la tarde, al poco de fracasar un breve intento de negociación entre el Gobierno y la oposición, policías vestidos de paisano entraron en las oficinas de Studio B prohibiendo su emisión, la única no censurada que pudieron ver los ciudadanos de Belgrado.El Gobierno ordenó asimismo el cierre de las tres estaciones de radio de Studio B. Fuerzas policiales acallaron también, a la fuerza, a la otra radio independiente, la B-92, por Incitar al desorden y "contribuir a la escalada del conflicto". Toda Serbia quedó sumergida en el silencio informativo excepto el de los medios oficiales.

"Fuerzas del caos"

El presidente serbio, Slobodan Milosevic, hombre que jamás comunica con la prensa, apareció anoche en la televisión oficial diciendo: "Serbia utilizará todas sus competencias constitucionales" en contra de las "fuerzas del caos y de la irracionalidad". Milosevic prometió "paz y democracia" a la población.Pocas horas después de la transmisión de este discurso, Vuk Draskovic fue encarcelado y acusado de ser responsable de las muertes y los destrozos ocurridos durante la jornada.

Mientras tanto, varios carros blindados eran estacionados ante la sede del Parlamento, en pleno centro de la ciudad, y otros tanques se apostaban en lugares estratégicos. La policía omnipresente en las calles de Belgrado golpeaba y maltrataba a los paseantes, ya que las manifestaciones habían sido dispersadas horas antes.

Se desconoce aún el número de personas ajenas a la protesta golpeadas por los policías, quienes buscaban a sus víctimas, sorteando los tanques del Ejército, entre los jóvenes, hombres y mujeres que a falta de medios de transporte no tuvieron otra alternativa que regresar a sus casas atravesando a pie la zona de los enfrentamientos.