"Las elecciones resucitarán la tensión PNV-EA"

El recién reelegido secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui, ha planteado la apertura del PSE hacia otros sectores con el objetivo de representar en el País Vasco "lo que el PSOE es en el resto de España". La consolidación de un proyecto que, según Jáuregui , el lehendakari Ardanza ha intentado "abortar" optando por un gobierno nacionalista. Las elecciones municipales, subraya, van a resucitar en el PNV las tensiones por la entrada de Eusko Alkartasuna (EA) en el Gabinete tripartito.

Pregunta. Las críticas del PSE al lehendakari José Antonio Ardanza alcanzaron su punto culminante durante la apertura del congreso de los socialistas vascos, al acusarle Alfonso Guerra de sectarismo. ¿Está de acuerdo con esa afirmación?Respuesta. Para nosotros, Ardanza ha sido el protagonista de una negociación que ha culminado en ese acuerdo. Los socialistas sí le hacemos responsable de haberse guiado más por una visión partidista que por una visión de país. Y en concreto por haberse dejado seducir por un cierto canto de sirena nacionalista en el sentido de hacer un Gobierno más nacionalista, salvar a Euskadiko Ezkerra y abortar la consolidación del PSE en el País Vasco.

P. ¿Cree que son compatibles la advertencia de Guerra de una campaña para derechizar el PSOE y su petición de flexibilidad para ocupar en el País Vasco un espacio de centro progresista?

R. Yo creo que son perfectamente explicables y compatibles. Guerra se limita a advertir lo que él cree que puede ser un intento de sectores económicos por influir más en el PSOE, y yo planteo al partido que nuestro electorado en Euskadi sea tan amplio como lo es el del PSOE en el resto de España. El PSOE se soporta en una amplia mayoría desde una izquierda moderna, y eso es lo que yo quiero para el PSE.

P. ¿En qué electorados piensa Jáuregui cuando hace esa propuesta?

R. En un nuevo espacio desde la identidad del socialismo autonomista, desde una concepción de izquierda y de progreso inteligentemente combinada con el autogobierno, y hacia todos los espacios fronterizos con el nuestro. Todo el espacio de la izquierda para competir además con mucha gente que tiene una determinada sensibilidad y aspiración de autogobierno que la ha podido incluso manifestar votando nacionalismo o nacionalismo de izquierda.

P. ¿Es posible romper Euskadiko Ezkerra en dos, e integrar en el PSE al sector Renovación Democrática?

R. Yo no pretendo romper nada y menos un partido amigo, pero tengo que reconocer que el congreso ha puesto de manifiesto que EE está dividida en dos corrientes casi antagónicas al 50%. Deseo sinceramente que la política que practique el sector ganador nos permita una aproximación y la construcción de un modelo de izquierda autonomista en el país lo más articulada posible. Tengo sin embargo serias dudas de que eso sea posible.

P. ¿Los resultados de las próximas elecciones municipales cree que pueden alterar la estabilidad del Gobierno vasco?

R. En principio, parece que el PNV y el PSE van a experimentar una cierta alza respecto a las municipales de 1987. Van a consolidarse el Partido Popular y Unidad Alavesa y va a bajar EA y Euskadiko Ezkerra, con la excepción de Guipúzcoa. El protagonismo de Imanol Murua [diputado general de Guipúzcoa] con el tema de la autovía le puede dar el liderazgo que no tuvo y obtener una cierta rentabilidad electoral. Estos resultados de EA van a despertar la reflexión contraria a ese pacto de Gobierno en sectores contrarios del PNV. EA está siguiendo una estrategia diferenciadora de su proyecto, y por ejemplo la propuesta de coalición electoral PNV-EA-EE para las municipales está hecha con muy mala intención hacia el PNV.

P. ¿Hasta qué punto es imprescindible la colaboración del PSE para que sea posible concluir con éxito el proceso autonómico que propuso el ministro Múgica?

R. Tengo el deseo de trabajar en ese proceso, me parece una cuestión de extraordinaria importancia para la década. Creo que hay que hablar de década y no de meses, y en ese sentido creo que el PSE tiene un papel fundamental en la configuración de ese, proyecto y en ese proceso. Pero tampoco se puede hablar de que el PSE es imprescindible, porque somos parte del PSOE. En ese sentido, el PSOE tiene que ser el instrumento de un consenso con los partidos de la oposición fuera del País Vasco y con los nacionalistas en Euskadi.