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Un calentador de agua en mal estado causó la muerte a la madre y a sus tres hijas

María Teresa Franco y sus hijas, Iratxe, Ainoa y Amaya, resultaron muertas el pasado martes por inhalación de monóxido de carbono causado por la combustión del gas de un calentador de agua, según la autopsia. El aparato había sido precintado el 14 de junio del año pasado, después de que Gas Madrid viese que carecía de salida de humos.María Teresa, de 33 años, y sus hijas, de 14, 12 y 4 años de edad, fueron halladas sin vida poco antes de las siete de la tarde del pasado martes en su domicilio del inmueble número 17 de la calle de Torres Miranda. Un amigo de la familia entró en la casa, después de que los padres de Maite, Jesús y Predestinación, residentes en Bilbao, se alarmasen de que nadie contestara a sus repetidas llamadas telefónicas.

Maite, que estaba vestida con un pijama , fue hallada muerta en el salón junto con sus hijas menores. La mayor, Iratxe, estaba semidesnuda, envuelta en una toalla de baño, caída junto a una ventana, por lo que el Grupo Sexto de Homicidios de la Brigada Judicial supone que salió del aseo e intentó llegar hasta una ventana, pero cayó desmayada.

Las ventanas de la vivienda estaban cerradas y los cristales empañados a causa del vapor de agua caliente producicia por el calentador, que seguía en funcionamiento en el momento de la llegada de la policía. Los grifos de la ducha estaban abiertos.

La policía sostiene que "la antigüedad, mala conservación y deficiente combustión del calentador de gas, que carecía de salida de humos", fue lo que provocó la expansión de los gases tóxicos desde la cocina hasta el resto de la casa. Cuando los agentes entraron en el inmueble, estaban encendidos los quemadores del calentador, que seguía bombeando agua hasta el cuarto de baño.

Todos los datos hacen pensar que las víctimas fallecieron a media mañana del pasado domíngo, después de haber desayunado. En la cocina había restos de cacao y tostadas.

El calentador causante del accidente había sido precintado por técnicos de Gas Madrid hace ocho meses. Un portavoz de la empresa suministradora explicó: "La instalación no presentaba fugas, pero se procedió al precintado del calentador por inadecuación a las normas vigentes, quedando con suministro únicamente la cocina". Sin embargo, los inquilinos rompieron el precinto de plomo y continuaron usando el aparato.

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