Un ex dirigente de Terra-Lliure niega su militancia ante la Audiencia Nacional

Carles Benítez, considerado por la policía como uno de los dirigentes de organización terrorista Terra Lliure durante años, negó ayer ante el tribunal de la Audiencia Nacional su militancia en la banda armada, pese a que reconoció que con anterioridad, en 1984, fue condenado por un atentado cometido por la banda armada. Junto con Benítez fueron juzgados ayer Marcellí Canet, Sebastià Datzira y Carles Castellanos.

Los dos primeros, al igual que Benítez, están acusados de los delitos de pertenencia a banda armada y tenencia de explosivos y armas, acusaciones por las que el fiscal pide 28 años de prisión para cada uno de ellos. Mientras, Carles Castellanos, profesor universitario y un conocido líder del movimento independentista más radical de Cataluña, negó haber facilitado explosivos a los otros acusados, hecho por el que el fiscal pide siete años. Castellanos es el único que se encuentra en libertad. El juicio iniciado ayer es el proceso más importante seguido contra la organización terrorista catalana desde 1985, cuando fueron juzgados y condenados líderes históricos de la banda, como Montserrat Tarragó y Carles Sastre. El proceso actual tiene especial importancia por la personalidad de Benítez y porque desde la desarticulación del comando Manresa -integrado por Canet y Datzira- la organización casi ha cesado de cometer atentados.Pese a que tres de los juzgados ayer -Canet, Datzira y Benítez- ya han sido condenados por acciones de Terra Lliure, sólo Canet admitió su pertenencia a la banda. Los otros dos, al igual que Castellanos, se definieron como independentistas, calificación rechazada por el fiscal, Eduardo Fungairiño, que recordó que el proceso era "contra Terra Lliure, no por independentismo". Tanto Canet como Datzira fueron condenados el año pasado a 18 años de cárcel por el atentado contra los juzgados de la localidad leridana de Borges Blancas, única acción que ha provocado una víctima mortal.

Las actitudes de los acusados en el juicio fueron opuestas. Canet reconocía prácticamente toda la acusación, incluso relató que acompañó a la Guardia Civil para localizar dos zulos con material explosivo en las cercanías de Manresa. Canet exculpó al resto de los acusados de cualquier relación con Terra Lliure. Benítez manifestó que no tenía nada que ver con Terra Lliure. A preguntas del fiscal de cómo justificaba su participación en un atentado de 1982, contestó que fue una "colaboración puntual". Castellanos rechazó cualquier vinculación con la banda. El juicio continuará hoy.