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'Ultras, SA'

Los hinchas radicales españoles copian la estructura autogestionaria de los italianos

Unos 30 miembros del Fossa dei Leoni, grupo de aficionados radicales del Milan AC, acudirán esta noche al estadio Vicente Calderón. La presencia de tan reducido grupo de hinchas, más allá del temor policial que haya generado, merece una lectura alternativa. El Fossa dei Leoni no se muestra como un colectivo banderizo de enmascarados sangrientos. Antes al contrario. Se defiende como una organización legal, con una estructura empresarial que maneja un presupuesto cercano a los 30 millones de pesetas anuales y fundamentada en el aliento de 16.000 asociados con una edad media de 25 años. El Frente Atlético, con el apoyo de Jesús Gil, pretende seguir su senda.

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La presencia del Fossa dei Leoni, invitados por el Frente Atlético, puede marcar un salto cualitativo, pequeño todavía en el futuro de los grupos ultras españoles, todavía desvirtuados por su halo violento. El Fossa dei Leoni posee una organización compleja. A partir de una cuota simbólica de 250 pesetas anuales, el grupo gestiona su propio establecimiento para la venta de objetos de tifo -fotos, banderas, insignias, bufandas, pañuelos, camisetas y todo tipo de parafernalia ultra-, sito en la Vía Lampedusa de- Milán, y elabora su propia estrategia empresarial, centra da, básicamente, en la búsqueda de patrocinadores. La firma japonesa Cannon, por ejemplo ha Financiado en ocasiones parte del presupuesto de los ultras del Verona.La venta de entradas y abonos es otra de las fuentes de ingresos principales. Así, el Fossa dei Leoni distribuye las localidades de la zona que ocupan sus asociados en San Siro, a cambio de un porcentaje de ganancias. Para ello, el grupo cuenta con sus propios empleados a sueldo fijo. El Milan AC, como cualquier otra sociedad anónima futbolística italiana, no pone reparos cuando se le garantiza la colocación de 16.000 abonos.

Veintitrés años después de su fundación, Fossa del Leoni organiza campañas de lavado de imagen para solventar los conatos de violencia que, pese a todo, siempre acompanan a cualquier grupo radical. Las acciones suelen centrarse en donativos a hospitales o centros de caridad. Asimismo, colaboran con la policía en el control de sus miembros más fanáticos durante los partidos, a partir del establecimiento de un rígido sistema de seguridad autogestionado.

Bajo los mismos preceptos se mueven otros grupos radicales como el CUCS del Roma (Comando Ultra de la Curva Sur), con 15.000 asociados y 20 millones de presupuesto, o el Brigate Rossonere del Milan (Brigadas Rojinegras), con 11.000. De todos ello surge un fenómeno capaz de propiciar publicaciones como Supertifo o Hooligans, con tiradas cercanas a los 100.000 ejemplares.

"Son autogestionarios, no unos niñatos cualesquiera", comentó Rafael B., presidente del Frente Atlético [prefirió mantenerse en el anonimato], el colectivo de hinchas radicales más próximo a la idiosincrasia de los ultras italianos. El grupo rojíblarico lleva un par de años inscrito en el Registro de Asociaciones del Ministerio del Interior y posee 500 socios en la actualidad -25 de ellos mujeres-, que pagan 1.500 pesetas anuales. Su media de edad no supera los 20 años. No todos sus socios lo son del Atlético. El Frente Atlético posee, además, un equipo de fútbol sala que ha llegado a jugar torneos internacionales.

La policía está convencida de que los colectivos ultras son fomentados por los propios clubes, aunque éstos lo nieguen. El Frente Atlético es un buen ejemplo. Los rraembros del mismo que tambiéri son socios del club gozan de un descuento del 50% por ciento en las entradas para el partido de esta noche. De la misma manera, poseer el carné del Frente Atlético supone 5.000 pesetas de ahorro a la hora de pagar las 17.000 pesetas de entrada necesarias para convertirse en socio rojiblanco.

Contacto físico

El Frente Atlético se considera uno de los mejor organizados de España, junto a los Boixos Nois de Barcelona y los Yomus de Valencia, y se variaglorian de haber aparecido en el desplegable central de la revista italiana Supertifo. Mantienen contactos con otros grupos extranjeros (Eagles Supporters de Holanda, Ultras Staridard de Bélgica o Grobari de Yugoslavía) y españoles (Herri Norte o Brigadas Blanquiazules), con la excepción de los Ultrasur del Real Madrid. "Con ellos, el único contacto que ha habido hasta ahora ha sido físico", comenta Javier el Heavy empleado de una fábrica de helados de Villalba.La Policía Nacional incluye al Frente Atlético entre los grupos menos violentos. El contacto con ellos es fluido. El lunes, miembros del grupo se reunieron con el gerente del Atlético de Madrid, Fernando Abad, y con el delegado de la policía en el Vicente Calderón, el inspector Moreta, para evitar incidentes en el partido de hoy.

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