La escuela de Manchester

Los economistas de la escuela de Manchester, precursores de la Commonwealth, abordaron la necesidad de atomizar el peso de la superpotencia colonial, entonces el Reino Unido. Casi 150 años después, la herencia de Richard Cobden y John Stuart Mill tiene, por supuesto, seguidores; pero sobre todo, sus enseñanzas se plasman de forma natural gracias a los mercados de activos y a la moderna velocidad de circulación del dinero. Los clásicos apelaron siempre al mercado para rectificar las desigualdades, y en la práctica el futuro les ha dado la razón, porque si los efectos indeseables de las guerras coloniales se modificaron a base de años en el intercambio internacional de mercancías, ahora la reacción es casi inmediata cuando los mercados de activos financieros de hoy anticipan e inmediatamente suavizan las distorsiones que se producen en la fijación de precios de la llamada economía real.Siguiendo esta hipótesis, la bonanza en los centros de contratación de acciones y obligaciones está anticipando ahora un escenario de precios de la energía y de las materias primas en general en el que se descarta la crisis de la oferta, independientemente de la duración del conflicto bélico.