A la sombra del 'irambo-scambo'
Inicialmente, la Tormenta del Desierto iba a provocar un fulminante ciclón monetario que endurecería los tipos de forma homogénea y a escala internacional. Sin embargo, los supuestos éxitos militares del Pentágono quitaron hierro a la tensión y en dos semanas se ha visto cómo el mítico Dow Jones rompía el soporte 2.600. El pasado viernes, Wall Street superó en silencio y de puntillas la peor noticia económica de los últimos cinco años: el producto interior bruto (PIB) norteamericano cayó más del 2% en el cuarto trimestre de 1990; un dato que las bolsas daban por supuesto y que ha quedado ensombrecido cuando la guerra pone de manifiesto que una victoria militar sobre Irak puede acabar rebajando mucho el precio del crudo.Las razones geoestratégicas de hoy -al revés de lo que ocurre con las financieras- son casi tan exactas como las matemáticas. En la llamada operación irambo-scambo -venta de armas durante la guerra en Chatt el Arab- y preludio real del actual conflicto, acabaron imponiendo su ley los que negociaban en los mercados afectados; en estos momentos, las firmas internacionales especializadas en trading -antes fueron misiles y ahora serán barriles- empiezan a hacerse con el control de la situación.