La guerra del Golfo desencadena una grave crisis informativa en la RAI
El secretario nacional de los periodistas de la radio y de la televisión italianas, Giuseppe Giulietti, ha lanzado la idea de una objecíón del impuesto televisivo contra el proyecto del presidente de la comisión parlamentaria de vigilancia para la RAI-TV de unificar la información de los tres canales de la radiotelevisión pública. La guerra del Golfo ha sido el detonante de la crisis.
El jefe del sindicato de dichos periodistas ha justificado tal ,,objeción de conciencia" al impuesto televisivo que deben pagar los usuarios como "una justa forma de protesta no violenta" contra el poder político que intenta amordazar, en este momento de gran tensión, la información más importante de este país.En realidad, ha sido la guerra del Golfo la gota de agua que ha colmado el vaso de una crisis que se lleva arrastrando en la RAI desde que hace 16 años se empezó a hablar de "reforma" de la información.
Para obviar las luchas entre los partidos, se llegó a una lotizzazione de la RAI, creando tres canales: el primero, dominado por el poder democristiano; el segundo, por el socialista, y el tercero, por los comunistas.
Estando dominado por un partido en la oposición, el tercer canal se ha revelado mucho más libre y menos condicionado por el poder político que el primero y el segundo. Al mismo tiempo, la buena profesionalidad de sus periodistas hizo que enseguida, con muchos menos medios económicos que los demás, obtuvieran un enorme éxito.
Todo ello ha hecho estallar de nuevo el problema interno. El llamado canal comunista, con toda una serie de programas en directo sobre los problemas más candentes, es hoy el blanco de todas las iras de los partidos del Gobierno.
Autocensura
La guerra del Golfo ha servido para poner aún más de relieve la diferencia en la autonomía informativa de los diversos canales.Hasta el punto de que, por ejemplo, el canal dos (el socialista) en la noche del pasado viernes se autocensuró y no retransmitió las terribles imágenes lanzadas en todo el mundo por la televisión iraquí de las víctimas civiles de la guerra en Bagdad, alegando que lo hacía por respeto a las víctimas" y, para "no turbar la fantasía de los niños". Al revés, el canal tres retransmitió enseguida todo.
Lo mismo ocurre con los debates televisivos de estas noches sin sueño donde la diferencia "Ideológica" entre los tres canales es abismal.
De ahí que democristianos y socialistas, a los que se han sumado los republicanos -los tres partidos que han apoyado la entrada en el conflicto de Italia, un país profundamente pael ista-, estén estudiando la forma de parar el escándalo de una RAI enfrentada en su interior. Y el proyecto es unificar la información en un solo canal, que sería lógicamente el democristiano, dejando la cultura y el espectáculo a la red socialista, y a la tercera, el deporte.
Enseguida se han levantado en armas todos los periodistas que consideran sólo la hipótesis una grave herida al pluralismo de la información y que piensan que ello sería el mejor regalo que la televisión pública podría hacer a las televisiones privadas, que, al estar menos politizadas, se sienten con las manos más libres para una información más imparcial o por lo menos no tan influenciada por la lucha interpartidista.
Es lo que está pasando con TeleMontecarlo, que está aumentando enormemente su audiencia y que está haciendo una magnífica información de la guerra. Esto se advierte menos en los canales de Berlusconi, al estar también muy mamatado por el poder político, sobre todo el socialista.
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