Cerca de cien personas ocupan por segunda vez una finca de Anchuras
Un centenar de personas ocuparon ayer por segunda vez en lo que va de mes la finca El Rosalejo, situada en el término municipal de Anchuras, y en la que el Ministerio de Defensa proyecta instalar un campo de tiro. Varios representantes de Izquierda Unida, del Movimiento de Objetores de Conciencia y de grupos ecologistas y pacifistas se sumaron a este acto simbólico, que concluyó con la plantación de 300 árboles.
Como ocurriese el pasado 9 de enero, unos 80 vecinos de Anchuras con seis tractores, se trasladaron después de las 10 de la mañana a la finca El Rosalejo, permutada a la familia Moro por otra del Ministerio de Defensa en el Parque Natural de Cabañeros, con intención de seguir roturando el 25% de las 2.700 hectáreas de la misma.
Después del mediodía los manifestantes ocuparon la antigua casa de recreo de la familia Moro. Un vehículo de la Guardia Civil y otro camuflado de la policía vigilaron discretamente todos los movimientos.
Según Alfonso Labrador, vecino de Anchuras, los agricultores volverán de nuevo a la finca en la segunda semana de febrero para finalizar los trabajos marcados por la Sociedad Agraria, constituida para la explotación cooperativa de estas tierras. Por su parte, Luis Béjar, profesor universitario y miembro de la Mesa para la Defensa de Anchuras, declaró que uno de los árboles donados por una bióloga toledana en vez de ser plantado lo habían enviado al presidente del Gobierno, Felipe González, "para que tenga presente la lucha del pueblo de Anchuras".
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