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GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Los árabes de París, alborozados

La canción 'Ya Sadam', éxito de ventas en el principal barrio musulmán

Policías con metralleta y chalecos antibalas y agentes de los servicios secretos franceses vigilaban ayer estrechamente la mezquita Ed Dawa, en el barrio parisiense de Stalingrad. Los fieles que participaban en la plegarla del mediodía estaban todos con Sadam Husein, cuyo ataque con misiles a Israel les había devuelto una moral hundida el día anterior por las noticias del aplastanfe bombardeo de Irak.En Barbés-La Goutte d'Or, bastión árabe en París, era imposible encontrar la casete del cantante Mazouni, el Julio Iglesias argelino, consagrada a ensalzar a Sadam Husein. Las visitas de los policías a los locales que las vendían habían convencido a sus propietarios de la necesidad de retirar de la circulación ese producto, convertido en el éxito de ventas del barrio.

"La canción de Mazouni Ya Sadam (Adelante, Sadam) ha funcionado muy bien. Hemos vendido cientos de casetes", dice el propietario de MK7, un local en cuyas estanterías se contorsionan decenas de bailarinas del vientre. El hombre añade: "Por desgracia, hemos tenido que retirarlas de la venta. Nos traían demasiados problemas".

El propietario de MK7 no quiere detallar qué tipo de problemas. Sonríe y dice: "Problemas. Usted ya sabe". Unos metros más lejos, en Bouarfa et Casaphone, un empleado infórma: "El patrón ha decidido no volver a vender la casete hasta el fin de la guerra. Es todo lo que puedo decirle". Ya Sadam estaba teniendo tal éxito en los barrios árabes de París que un empresario de Lyón sacó hace unas semanas un vídeo basado en la canción. La portada del vídeo era un billete de 500 francos en el que el retrato de Pascal había sido sustituido por el de Sadam.

Barbés-La Goutte d'Or es el corazón árabe de París. Sus calles son las de una medina magrebí. Huele a alcuzcuz, pollo frito y especias; suenan los ritmos de Cheb Jaled, el maestro del rai, y, las más clásicas melodías de Um Kelsum y Fayruz.

Temor de las autoridades

Como la mayoría de los cuatro millones de árabes y musulmanes que viven en Francia, las gentes de Barbés-La Goutte d'Or están por Sadam, o al menos contra el ataque occidental contra Irak. Ello preocupa sobremanera a las autoridades galas, que temen manifestaciones callejeras y enfrentamientos con la comunidad judía francesa, compuesta por unas 700.000 personas.

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En el cafetín Merle Blanc, todas las miradas están concentradas en un televisor que transmite informaciones sobre el ataque contra Tel Aviv. Todas las miradas, menos la de un muchacho que juega con una máquina electrónica y exclama cada vez que destruye una aeronave: "¡Esto, para Bush!". El muchacho se llama Ahmed, es hijo de un inmigrante marroquí y confiesa que el jueves fue la "jornada más triste" de su vida. "Creía", dice, "que Sadam estaba de rodillas ante el poderío norteamericano. Ahora soy feliz. Sadam le ha dado a los israelíes una lección".

A pocos minutos de marcha, en el barrio de Stalingrad, un río de hombres señala el camino de la mezquita Ed Dawa, una de las mezquitas parisienses próximas a las tesis del argelino Frente Islámico de Salvación, donde va a celebrarse la plegarla del mediodía. "Lo que está ocurriendo es vergonzoso", dice Salaf, un barbudo trabajador de origen argelino. "Nosotros", añade mirando a sus correligionarios que comienzan a descalzarse, "estamos en contra de la invasión de Kuwait. Pero ése es un problema árabe y debía de haber ten do una solución árabe". Salaf se pregunta por enésima vez por qué el mundo "aplica un doble rasero": "¿Quién condenó la invasión norteamericana de Panamá? ¿Quién condenó el ataque contra Libia? ¿Quién le ha dado a Estados Unidos el papel de gendarme del planeta?".

A la salida de la mezquita, el periodista es abordado por un joven que se identifica como miembro de los Renseignements Généraux, el servicio secreto interior. Aclarada su presencia en el lugar, el joven explica que el despliegue policial intenta impedir "manifestaciones al final de la plegaria" y también que "pasen grupos de judíos con un par de metralletas y les acribillen".

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