La tecnología del Patriot acabó con el Scud

Un misil Scud iraquí en ruta hacia un blanco en Arabia Saudí fue derribado en vuelo por un misil Patriot estadounidense, informaron ayer los militares norteamericanos, al tiempo que mostraban su satisfacción por este hecho, que marca un hito en la utilización de la nueva tecnología bélica. Se trata del primer derribo de un misil en vuelo en un conflicto real. El sistema Patriot, que consta de un radar, una estación de control y ocho lanzadores activados por control remoto, cada uno de ellos con cuatro misiles, fue instalado en Europa en 1985 y nunca había sido utilizado en combate.El misil derribado ayer iba a una altura de unos 5.000 metros y había recorrido ya 520 kilómetros, tras ser lanzado desde el sur de Irak, informa Reuter. Esto indica que se le había añadido más combustible del normal en este tipo de misiles, sacrificando la cantidad de carga que transporta. La eficacia de este tipo de arma defensiva cambiará el panorama futuro de las guerras, ya que la introducción de la electrónica en los misiles y las bombas los ha convertido en temibles armas imparables en su labor de destrucción.

Radar y láser

El radar y el láser son dos de los sistemas utilizados para guiar a un misil o una bomba hacia su destino, En ambos casos, el sistema de orientación del misil se engancha al haz de radar o al rayo láser emitidos desde su base o desde otros vehículos móviles y nada, salvo su destrucción física, puede desviarlo de su destino. El misil de crucero Tomahawk norteamericano utilizado estos días por las tropas estadounidenses, del tipo guiado por radar, tiene la característica de volar a baja altura, siguiendo las características del terreno, que reconoce mediante un sistema de comparación con la información que tiene almacenada en su ordenador.

El piloto de un caza norteamericano que derribó en la noche del pasado miércoles a un avión iraquí sobre Bagdad explicó que tras identificarlo como enemigo le lanzó un misil del tipo guiado por radar y observó cómo le destruía. Imágenes de la primera noche del bombardeo de Bagdad hechas públicas ayer por el mando estadounidense muestran la eficacia y precisión de una bomba guiada por láser lanzada desde un avión.

Los pilotos vuelan ayudados por sistemas electrónicos de visión artificial, de reconocimiento y de identificación de blanco, con rumbos prefijados o modificados constantemente desde los centros de control en los aviones AWACS o en tierra, de forma que su tarea se simplifica siempre que el enemigo no responda eficazmente.