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Los tres buques españoles se alejaron de la zona de la guerra horas antes del ataque

Los tres buques de guerra españoles enviados al golfo Pérsico se alejaron unas millas de la zona del conflicto por decisión del Gobierno sólo unas horas antes de la ruptura de hostilidades, aunque permanecerán lo suficientemente cerca como para seguir vigilando el cumplimiento del embargo contra Irak. El presidente del Gobierno, Felipe González, fue informado por George Bush a las 0.10 de hoy, jueves, de la inminencia del primer ataque de la coalición antiiraquí, 19 horas después del vencimiento del ultimátum dado por la ONU a Sadam Husein para que se retirase de Kuwait.

Cuando sonó el teléfono en el palacio de La Moncloa, González se encontraba ya reunido desde hacía una hora con el llamado minigabinete de crisis, integrado por los titulares de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez; Defensa, Narcís Serra, y la ministra portavoz, Rosa Conde. A continuación, el presidente descolgó a su vez el auricular y puso al corriente al rey Juan Carlos de su conversación con George Bush.Por la mañana, don Juan Carlos había recibido a los jefes de Estado Mayor del Aire, teniente general Ramón Fernández Sequeiros, y de la Armada, almirante Carlos Vila, antes de ofrecer una recepción a los agregados militares extranjeros acreditados en Madrid.

El jefe del Ejecutivo convocó la reunión del mininigabinete en su despacho del Palacio de La Moncloa porque él y sus ministros habían acumulado a lo largo de la jornada indicios e informaciones sobre la preparación de un ataque que estaba al caer,

La más fehaciente de estas informaciones fue comunicada por el embajador de EE UU en Madrid, Joseph Zappala, a Fernández Ordóñez, quien le recibió ayer a las cinco de la tarde. Zappala no precisó la hora del inicio de las hostilidades, pero dejó claro que no tardaría mucho. Cuando se despidió el jefe de misión estadounidense, preguntó a José Rodríguez Spiteri, el diplomático que dirige la dirección general de Norteamérica, dónde le podría encontrar en la noche del miércoles al jueves.

Lo mismo hizo González a lo largo de la tarde con todos y, cada uno de sus ministros. Les llamó por teléfono para ponerles al corriente de la gravedad de la situación y les pidió que, mas aún que de costumbre, estuviesen, todos constantemente localizables. El presidente habló también por la tarde con los líderes de las principales formaciones de la oposición: José María Aznar (PP). Adolfo Suárez (CDS) y Julio Anguita (IU).

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Sesión del 'minigabinete'

Poco después de las 11 de la noche, González y sus tres ministros se reunieron, por segunda vez, y durante casi cinco horas. Fernández Ordóñez se separó de sus colegas dos horas antes de que concluyese la reunión, a las cuatro de la madrugada, para poder dormir un poco antes de asistir hoy en París a la reunión de los países miembros de la Unión Europea Occidental (UEO).

La versión del Ministerio del Portavoz sobre lo tratado en La Moncloa durante casi tres horas en la primera reunión del minigabinete señala que "se reitera la decisión de España de mantener su contribución (tres buques y apoyo logístico) al cumplimiento de las resoluciones de la ONU en coordinación con la UEO".

Esta contribución será, sin embargo, ligeramente modificada, porque tanto la fragata Numancia, que patrullaba en el estrecho de Ormuz, como las corbetas Diana e Infanta Cristina, que navegaban por el mar Rojo, se alejaron unas cuantas millas de la región del conflicto. No se saldrán, sin embargo, de la zona marítima de vigilancia que les fue asignada en el reparto entre países de la UEO.

Entre esta media docena de países -Francia, Reino Unido, Italia, Holanda, Bélgica y España-, sólo estos elos últimos han tomado la decisión de no emprender acción ofensiva alguna. Al optar por apartar un poco a los buques, el Ejecutivo español pretendía sortear cualquier riesgo de verse involucrado en la guerra. Otro objetivo consiste en tranquilizar además a la opinión pública, una de las más reacias en Europa al envío de fuerzas al Golfo.

Otras fuentes especulan con que la decisión gubernamental se debió también a la carencia de una efectiva cobertura aérea para los buques de la UEO frente a posibles ataques iraquíes, y por el temor a toparse con una zona minada, una operación que puede llevar a cabo un carguero por cuenta de Bagdad.

La Dirección General de la Marina Mercante emitió ayer y anteayer dos "avisos a los navegantes" en los que advertía del "reciente avistamiento de minas de contacto armadas flotantes" en la zona del conflicto

La inminencia del estallido del conflicto condujo además a la Armada a postergar el anuncio del relevo de los tres buques españoles destacados en la zona, que en un principio se iba a hacer público el pasado jueves. En fuentes de la Armada se da por seguro que serán la fra gata Victoria y las corbetas Infanta Elena y Vencedora las que zarparán hacia el Golfo.

Las reuniones del gabinete de crisis, en el que además de los mencionados ministros participan los titulares de Interior y Economía, así como el Director del Gabinete de la presidencia, se celebran en una sala sin ventanas del complejo de Moncloa, y concretamente en un edificio conocido con el nombre de Semillas Selectas.

Se trata de una sala alargada, cuyas paredes están repletas de mapas geoestratégicos, de recursos, de despliegues militares... En estos días, lógicamente, los mapas corresponden al Próximo Oriente, y en los mismos figura con detalle la situación de las fuerzas de uno y otro bando, los pozos petrolíferos, las fábricas de armas o las bases y aeropuertos. Sobre ellos, Narcís Serra, titular de Defensa, puntero en mano, explica minuciosamente la situacíón.

La sala está equipada con teléfonos conectados a la red militar, Guardia Civil, y Cesid (servicio secreto militar).

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