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LA DIMISIÒN DEL VICEPRESIDENTE

Carlos Solchaga: "A nadie le interesa si estamos o no tristes"

Carlos Solchaga, el ministro más significado por su desacuerdo con Alfonso Guerra, eludió ayer toda manifestación de tristeza o satisfacción por la renuncia del vicepresidente a seguir en el Gobierno. El titular de Economía y Hacienda aseveró: "No creo que a nadie le interese si estamos o no tristes".

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Solchaga firmó ayer en Madrid un acuerdo con la Generalitat de Cataluña para la ampliación del Metro de Barcelona, y fue preguntado por los periodistas. "No he dicho nada a nadie sobre mi supuesta continuidad en el Gobierno y les aseguro que me cuidaré mucho de hacerlo", dijo el ministro de Economía. "Por tanto", añadió, "les ruego que no me pregunten más sobre ese asunto", informa Concha Martín. Esta réplica del ministro de Economía y Hacienda se producía 24 horas después de que Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente de la Junta de Extremadura -un reconocido amigo de Guerra- lanzase una advertencia contra la posibilidad de que Solchaga, quien se declaró perdedor del 32º Congreso Federal del PSOE, celebrado el pasado noviembre, ganase ahora el reajuste del Gobierno.El ministro señaló también que se había enterado de la dimisión de Guerra por televisión. Tras la insistencia de los informadores, Solchaga concluyó: "Cualquier decisión sobre el Gobierno está en manos del presidente, por lo que es inútil que nos pregunten a nosotros".

Elogios de Barrionuevo

José Barrionuevo, titular de Transportes y Comunicaciones, quien asistía al mismo acto, hizo, a diferencia de Solchaga, un elogio expreso de Alfonso Guerra, cuya aportación al Gobierno "ha sido muy importante", dijo. "Durante los más de ocho años que hemos convivido, nuestra relación ha sido correcta y normal, y a partir de ahora sabe que contará con toda mi colaboración". Barrionuevo confesó también que se había enterado por los medios de comunicación.

El ministro de Cultura, Jorge Semprún, uno de los miembros del Gobierno que no mantenían buenas relaciones con Alfonso Guerra, declaró ayer, en sus primeras palabras tras la dimisión del vicepresidente: "Tengo ganas de continuar [en el Ejecutivo], porque quiero terminar algunas cosas, pero esto no depende de mí", según informa Jordi Busquets. El ministro no reveló si había hablado o no de su continuidad en el cargo con el presidente del Gobierno: "Esta pregunta no tiene respuesta", dijo.

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Jorge Semprún se encontraba ayer en Barcelona para firmar un convenio de colaboración entre su departamento y el consorcio del centro de cultura contemporánea Casa de la Caridad.

Al término del acto, el ministro señaló: "La dimisión constituye un momento en un proceso de crisis que no se ha terminado y creo que hay que hacer la valoración cuando se termine el proceso". "Estamos en una crisis abierta", agregó el titular de Cultura, "y, por consiguiente, es relativamente prudente no pronunciarse sobre fechas, sobre despedidas o sobre renovaciones de cargos".

Por su parte, el ministro de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez fue abordado por los informadores en el aeropuerto de Barajas, cuando iba a emprender un vuelo hacia Bruselas. Los periodistas le preguntaron sobre la posibilidad de que él sustituyese a Guerra como número dos del Gobierno: "Felipe González", respondió el ministro, "nunca me ha hablado de la posibilidad de ser vicepresidente del Gobierno, y espero que no lo haga nunca".

En otros ámbitos socialistas se considera que Fernández Ordóñez sólo podría aceptar esa responsabilidad en el caso de que llevase aparejada una cartera, a la manera de otros países europeos, en los que un ministro tiene el rango de vicepresidente sin dejar de llevar los asuntos propios de un departamento.

"Momento de callarse"

Carlos Romero, titular de Agricultura, Pesca y Alimentación, participó ayer en una conferencia de prensa para presentar un acuerdo con la Unión de Pequeños Agricultores sobre el cese anticipado de la actividad agraria. Suscitada la cuestión de la crisis en el Gobierno, dijo: "Es el momento de callarse para no entorpecer, sino ayudar, a Felipe González en las decisiones sobre su Gabinete". Como otros compañeros de Gobierno, Romero indicó que conoció la dimisión "en el mismo momento que todos los españoles".

Matilde Fernández, titular de Asuntos Sociales y uno de los ministros que más fervientemente respalda a Guerra, declaró ayer en Oviedo, en el congreso de la Federación Socialista Asturiana: "La salida de Guerra crea una sensación de soledad, ya que siempre se significó por su apoyo a los ministros para ayudarles a resolver los problemas". La ministra precisó que la decisión del vicepresidente "no puede interpretarse como la ruptura del binomio González-Guerra, en el que sigue basándose la buena marcha del partido".

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