Horta: "Obligaré a Soares a ir a una segunda vuelta"
El candidato de la derecha en Portugal dice ser la alternativa a "la izquierda plutocrática"
Basilio Adolfo Horta da França, de 47 años, cree, contra todos los sondeos, que puede impedir a Mario Soares ser reelegido presidente de Portugal el próximo domingo. Fundador y eterno número dos del partido democristiano Centro Democrático Social (CDS), ahora, con apenas cuatro diputados en el Parlamento de Lisboa, espera que su candidatura presidencial sirva para reanimar el "gran partido del centro y de la derecha cristiana en Portugal".
Pregunta. ¿Por qué decidió ser Gandidato cuando ya parecía segura la reelección del presidente Soares?
Respuesta. Consideré esta candidatura corno un derecho y un deber. Por un lado, era necesario dar expresión ideológica al sector de la sociedad portuguesa con el cual me identifico desde siempre, ofreciendo un proyecto alternativo al que Mario Soares representa y personaliza: la izquierda plutocrática y todos los oportunistas sin principios que gravitan siempre- en la órbita del poder. Por otro, era necesaria una crítica democrática de la personalidad de Mario Soares y de la forma como ejerció su primer mandato, clue no podía ser dejada al cuidado de los comunistas, que no tienen autoridad democrática para eso.
Del centro a la derechaP. Sus críticas al presidente contribuyeron a confirmar la idea de que esta campaña presidencial es una especie de plebiscito de la personalidad y de la acción de Soares.
R. Soy el primero en reconocer el papel de Mario Soares en la transición democrática portuguesa. Fui ministro de un Gobierno de salvación nacional presidido por él en 1978. Pero este papel de Soares no fue siempre claro, y la alianza que hizo con los comunistas después de la revolución de 1974 tuvo consecuencias negativas muy graves: las expropiaciones salvajes de l()75, una descolonización hecha de forma muy negativa, cuyos defectos son aún sensibles hoy, con las guerras civiles en curso en Angola y Mozambique. La actividad de Mario Soares tuvo resultados buenos y otros perversos que es preciso tener en cuenta cuando se trata de escoger un jefe de Estado.
P. Soares le acusa de hacer una campaña de extrema derecha. Sin embargo, su partido se ha definido siempre como un partido centrista.
R. Me considero el representante del amplio espacio que va del centro a la derecha, e incluye liberales, democristianos y socialdemócratas moderados, un sector que en Portugal está políticamente representado por el Partido Social Demócrata (PSD) y el CDS, que fue mayoría en todas las elecciones realizadas desde 1979 y ejerció el poder con Alianza Democrática de 1979 a 1983. El centrismo no es una ideología. Es una manera de hacer política y de gobernar rechazando el dogmatismo y el extremismo, privilegiando la tolerancia y el diálogo. que admite la duda y permite concretar propuestas y proyectos de cuadrantes ideológicos diferentes.
P. ¿No es sorprendente la inexistencia en Portugal de un gran partido de derecha e incluso de un gran partido democristiano?
R. El CDS es el gran partido de la democracia cristiana en Portugal. Su fuerza electoral y su representación parlamentaria pueden ser pequeñas por varias razones: errores de estrategia, insuficiencia de la dirección, situaciones coyunturales corno fue la enorme adhesión que Cavaco Silva, más que el PSD, supo suscitar en el electorado en 1987; pero la grandeza de un partido es su historia y los valores que representa.
P. ¿Cuáles son sus divergencias con Mario Soares en el terreno internacional?
R. La divergencia fundamental se refiere al futuro de Europa. Soares defiende las ideas de la Internacional Socialista, apoya el Plan Delors y las posiciones de Kohl y Mitterrand a favor de la federación de la unión política y de la creación de un Estado federal. Estoy a favor de la unión política, económica y monetaria, pero, contra el federalismo...
P. ¿Qué pasará el domingo?*
R. Siento que hay un apoyo creciente a mi candidatura y un rechazo a la campaña de Mario Soares. Los electores le ven sin ideas, sin proyectos, apoyado por fuerzas y personas que no podrían siquiera dialogar entre ellas. Creo realmente que es posible obligar a Soares a ir a una segunda vuelta. Conmigo.
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