Sultan al Otaibi
El único kuwaití en los Mundiales de natación
ENVIADO ESPECIALSultan al Otaibi es el único nadador kuwaltí presente en los Campeonatos del Mundo de Natación. Para él, la estancia en la ciudad australiana de Perth no es un premio, como para la mayoría de los participantes, sino una reivindicación bien profunda. "Los iraquíes mataron a tres de mis amigos del equipo de natación y a ocho del de waterpolo", dice. "Yo acababa de regresar de Alemania, donde había estado entrenándome durante dos meses, cuando se produjo la invasión, el 2 de agosto". Cinco días más tarde, la familia Al Otaibi -sus padres y cinco hermanos más- huyó a Arabia Saudí tras 22 horas por el desierto eludiendo las patrullas de Irak. El nadador, por todo ello, tiene una idea fija: "Quiero que la bandera de Kuwait ondee aquí en lo más alto. Y que el mundo conozca que Kuwait ha tenido todo y ahora no tiene nada".
Sultan al Otaibi tiene 20 años y espera que cuando cumpla los 21, el próximo mes de mayo, su país, Kuwait, vuelva a ser libre. Por ello ahora sueña con una fecha más cercana: el próximo día 15, en que termina el ultimátum de la ONU para que Irak abandone el emirato árabe. Para entonces él estará probablemente en Arabia Saudí.
Kuwait ha reorganizado su comité olímpico nacional en el exilio de Arabía, pues sus locales fueron destruidos y su presidente, hermano del máximo mandatario del país, asesinado cuando intentaba defender el palacio. Esta acción concreta le supuso a Irak ser expulsado de los pasados Juegos Asiáticos celebrados en octubre en Pekín, pues el jeque Falid, el mismo que se lanzó al campo del Valladolid para recriminarle al árbitro soviético una decisión en el Mundial de Fútbol de 1982, también era presidente de la organización olímpica de Asia (OCA).
Aquí, en Perth, sin embargo, la Federación Internacional de Natación (FINA) ha evitado meterse en política directamente, en la misma línea que el Comité Olímpico Internacional, y rechazó la petición de Kuwait y Arabia de que también se expulsara a Irak. La FINA argumentó que los iraquíes no habían infringido ninguna norma del organismo, y que una de sus reglas dice precisamente que ella misma no puede hacer ninguna discriminación basada en razones políticas, religiosas o raciales. Esto sólo se ha roto con Suráfrica.
Al Otaibi no se desanimó por esta decisión, y desde entonces se convirtió aún más en el nadador anuncio. Va a las pruebas con el nombre de Kuwait pintado en el cuerpo y ha nadado ya dos de las cinco en que piensa participar, todo un récord. Naturalmente, sus puestos son expresivos: fue el 36º tiempo de 40 participantes en los 100 metros braza del lunes, a más de ocho segundos del ganador y nuevo plusmarquista rriundial, el húngaro Rozsa. Por detrás de él quedaron dos discutibles bracistas de Macao, otro de la isla de Guam y un cuarto de San Marino. Ayer acabó el 46º de 49 en los 100 mariposa, también a casi ocho segundos del vencedor, Nesty, y de Michael Gross, por delante de otros tres mariposistas de ocasión: uno de Singapur, otro más de Guam y un tercero de las islas Marianas del Norte, los dos últimos con apellidos hispanos, Raymond Flores y Michael Villagómez.
Al Otaibi nadará hoy los 100 metros libres y después los 200 braza y estilos. Y volverá a quedar de los últimos con seguridad. Pero no le importa. Seguirá pintándose el nombre de Kuwait y habrá cumplido sobradamente en los campeonatos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.