Los doctores Diéguez y Campos anuncian sus candidaturas

Los posibles candidatos a rlvalizar con Ramón Mendoza por la presidencia del Real Madrid se declararon sorprendidos por su decisión. El actor cómico Juanito Navarro, que ya compitió con él en 1985, la calificó de tontería" "porque lo que tendría que hacer es irse definitivamente si considera que su gestión está siendo mala". Navarro comentó que no decidirá sobre su presentación al cargo "hasta que conozca con exactitud la deuda de] club". Sin embargo, el traumatólogo José María Diéguez, que optó a él en 1982, y el ginecólogo Roberto Campos, que lo hizo en 1985, sí se manifestaron dispuestos a intentarlo de nuevo, pero "jugando todos con la misma baraja, o sea teniendo libre acceso a los listados de los socios".La realidad es que la oposición a Mendoza no está organizada porque los cinco títulos ligueros consecutivos del equipo con él no daban pie a plantearse siquiera la idea de sustituirle. En este periodo incluso ha habido quien ha colocado en su junta directiva a alguna persona de su confianza y ha variado de postura. Es el caso de] diplomático Eduardo Peña Abizanda, quien ejerce en Bruselas como director general de Transportes de la Comunidad Europea y que tiene a Juan Manuel Herrero sentado a la mesa de Mendoza. Así, tras haberse situado junto a él en 1982, como alternativa a Luis de Carlos, y enfrente en 1985, lo primero que hizo ayer Peña fue ratificarle su adhesión a través de un fax.

Frente común

De todas formas, Diéguez anticipó que piensa estudiar con sus amigos, entre ellos Luis Martínez Laforgue, que fue vicepresidente con De Carlos, la viabilidad de "un frente cornún" contra Mendoza "porque, al margen la cuestión deportiva, está hipotecando al club con contratos a 20 o 25 años por un dinero que a partir del sexto ya se habrá devaluado". "Su medida es inteligente, en su pretensión de permanecer en el palco, pero arriesgada porque los demás no nos vamos a quedar parados", recalcó Diéguez.

Antonio Martínez Laredo, presidente del Burgos, pero madridista confeso y que en su día también se planteó dirigir al Madrid, afirmó: "Desde mi perspectiva oficial, Mendoza me merece todos los respetos. Pero, desde la de un simple socio, me parece que su paso no es serio y que responde a conveniencias personales. Su mandato no ha concluido y tampoco se ha presentado ningún voto de censura contra él".

Tanto Campos como Navarro recordaron que "la jugada de Mendoza no es nueva, ya que en el verano de 1988, con la masa social de vacaciones, hizo lo rnisino".