_
_
_
_

El 'gordo' se quedó íntegramente en Madrid

Javier Rivas

La administración de lotería San Jorge en el 329 de la madrileña calle de Bravo Murillo, no levantó ayer su cierre metálico, a pesar de haber repartido íntegramente los 7.500 millones del gordo del sorteo de El Niño, el 83.241. Las 25 series del número premiado se vendieron en su totalidad en ventanilla en décimos, ya que ningún cliente de la administración estaba abonado, por lo que el gordo quedó muy repartido por el barrio de Tetuán. El segundo premio, el 17.849, se vendió en Puerto Lumbreras (Murcia) y en Las Palmas de Gran Canaria.

Margarita Tonkín Gómez de Membrillera, de 50 años y madre de seis hijos, se encontraba haciendo las compras de Reyes mientras ante la puerta de la admistración de lotería que regenta, la número 75 de Madrid, se congregaban periodistas, vecinos y curiosos. De la ventanilla de dicha administración, atendida por Margarita Tonkín y por una empleada suya, María Rosario Martínez Cano, habían salido las 25 series del 83.241, el gordo del sorteo de El Niño de este año, dotado con 200 millones de pesetas. En total, San Jorge repartió unos 7.500 millones.Esta era la primera vez que la lotería de El Niño, en su cincuenta aniversario, repartía 25 premios de cien millones de pesetas a un décimo, que recayeron en la fracción octava de cada serie.

José Pérez Durán, de 58 años, esposo de la regente de la administración, se acercó hasta el local y allí conoció la fortuna que había repartido. No había oído el sorteo por la radio. "No está mal como regalo de Reyes", dijo. Recordó que el 83.241 se vendió en décimos en ventanilla, "aunque costó venderlo porque el 1 no es una de las terminaciones que más gusten".

San Jorge lleva abierta desde 1956 y hace unos años, rememoraba Pérez Durán, también repartió un primer premio de este sorteo. El esposo de la regente de la administración lamentaba no haberse quedado con ninguna participación del número premiado, pero se consolaba porque el gordo haya quedado tan repartido en el barrio.

Mientras José Pérez Durán respondía a los informadores, unhombre de pelo canoso se le acercó décimo en mano y le espetó: "¿Es éste Pepe, es éste?". Y era ese, aunque Miguel Manrique, de 66 años, ya lo sabía. Manrique compra lotería todas las semanas en San Jorge y el día de Nochevieja adquirió un décimo del 83.241, que le reportará 20 millones. Jubilado en diciembre pasado tras regentar más de tres décadas un pequeño bar de su propiedad, Manrique escuchó la retransmisión radiofónica del sorteo. A cada número que cantaban los niños de San lldefonso el veía su décimo: "Son uno, son dos, son tres y así hasta las cinco cifras del gordo. Miguel Manrique no le había comunicado aún su fortuna a su esposa: "Está en el mercado comprando y no sé como se lo voy a decir Este jubilado sin hijos, uno de los escasos agraciados que se acercó hasta la administración 75, aún no ha decidido en qué gastará su dinero. A la pregunta de si pensaba hacerle un regalo de Reyes especial a su esposa sonrió y respondió: "El regalo se lo va a hacer ella".Otro de los agraciados fue Luis Muñoz Mingo, propietario del bar Muñoz en el número 31 de la calle de Genciana. Muñoz soltero, cerró el bar al conocer su fortuna y puso en el cristal un cartel con el texto "cerrado por fiesta familiar". El afortunado, a quien según sus vecinos le han tocado 20 millones, tampoco se hallaba en su domicilio.

Diez empleados del salón de bodas Le Petit Paris, próximo a la administración agraciada, se repartieron otros 40 millones, correspondientes a dos décimos. Los camareros y el maitre del salón conocieron su suerte mientras estaban preparando el local para la cena de Reyes y se acercaron hasta un bar a celebrarlo con cerveza y champán, según señalaba uno de los afortunados, el camarero Lorenzo Blanco, "el Bola, me llaman el Bola".

Ninguno de los 25 recompensados con los 100 millones del superpremio quiso, en cambio, dejarse ver.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_